En estas últimas semanas me estoy animando a realizar cosas nuevas a través del blog y una de ellas ha sido la prueba de productos. Así que cuando vi que la web Chincha Rabincha buscaba a tres bloggers para que probasen una nueva trona plegable pensé... ¿por qué no? A través de mis post puedo dar mi opinión sobre artículos que me parezcan interesantes. Seguro que pueden ayudar a otros padres y madres.
Cómo os acabo de contar, la elegida para inaugurar esta nueva faceta fue la trona plegable In The Pocket Baby. Bueno, en realidad han sido los amig@s de Chincha Rabincha los que me han elegido a mí para probarla (muchas gracias ;) ). La cuestión es que cuando la vi me encantó. Me pareció perfecta para familias viajeras. De echo, me dije... "Lo bien que me vendría una así para César..."
Yo ya tenía una trona plegable pero de las primeras que salieron hace ya 9 años, de plástico duro, sin bolsa de transporte y que ocupan bastante. La verdad es que cómo era aparatosa solo me la llevaba en el coche cuando sabía seguro que iba a comer fuera de casa. Así que le dí muy poco uso. Era otra cosa completamente distinta.
In The Pocket Baby nos proporciona una trona de tela que se puede coger a cualquier silla con respaldo y que una vez plegada ocupa muy, muy poco, que cabe en cualquier bolso de los que solemos llevar l@s mamás y/o papás que tenemos bebés (incluso en un bolsillo grande) y que no pesa absolutamente nada. Pero claro, una cosa es verla en una foto y otra darle uso. Tras dos semanitas de pruebas, aproximadamente os cuento mi experiencia:
* La trona es de una tela muy resistente, es 100% polyester, y lavable. Yo aun no la he lavado pero es que no se ha manchado. Si ha caido algo con un trapo húmedo...
* Otra cosa que me gusta mucho es que lleva en la propia trona las instrucciones para colocarla correctamente.
* Se pliega sobre sí misma de modo que al cerrarla queda guardada como en una bolsita. Es del mismo tamaño más o menos que esos chubasqueros plegables que también van en bolsita, así que cabe en cualquier sitio. Yo estos días lo he llevado en la misma bolsa que llevo la merienda, en una mochila, en mi bolso que es de tipo bandolera (no en el maternal)... Cómo no pesa nada lo llevaba conmigo por si acaso. Con otra trona no lo hubiera hecho. En un lado lleva una presilla de la cual puede colgarse y una pestañita con un dibujo de una silla para que recordemos lo que hay dentro (Es un pequeño detalle que me pareció muy buena idea).
Posible mejora: Yo añadiría un enganche tipo mosquetón o algo así a la presilla de forma que pudiéramos engancharlo al asa del bolso, por ejemplo. Tod@s sabemos que hay veces que llevamos tantas cosas que no cabe nada más dentro de la bolsa del bebé por pequeño y ligero que sea.
* Aunque dicen que es para todo tipo de sillas no es exactamente así. Yo diría que para casi todas las sillas que tengan respaldo. No es apto para sillas con respaldos muy, muy altos. El modelo de silla de mi comedor tiene un respaldo alto y la trona sí que sirve pero la ato en la última presilla. Un poco más y no llegaría. Además hay modelos de sillas en los que no podría atarse la correa inferior. Pero son los mismos en los que ninguna otra trona plegable se podría atar.
* Las especificaciones de la trona dicen que es para bebés a partir de los 6/7 meses y que se mantengan sentados. No para bebés muy chiquitines y que no se sienten solos. César es bastante chiquitín de tamaño y aun le cuesta un poquito mantenerse sentado y en la trona estaba perfectamente. Se movía hacia todos lados y la trona le sujetaba muy bien. Eso sí, no hay que dejarle solo por si acaso. Pero eso aquí y en cualquier otra. Nunca hay que dejar a un bebé sentado en una trona sin vigilancia, puede pasar cualquier cosa. A mi no se me olvidará en la vida el golpetazo que se dio Carla contra el suelo cuando estando sentada junto a mí en una trona de las de toda la vida hizo fuerza con las piernas contra la mesa haciendo caer la trona de espaldas con ella dentro. Y ya tenía 18 meses, creo. El chichón fue considerable y el susto no os quiero ni contar.
* Cuesta 34,50€. Hombre, barata no es pero cara tampoco. Está dentro de lo que suelen valer las tronas de este tipo y sinceramente yo prefiero esta. Simplemente me parece más práctica.
* Una pega que tiene esta trona, al igual que otras plegables, es que el bebé no estará a la altura de la mesa. Es decir, no lo puedes sentar ahí para que juegue o pinte en la mesa mientras vosotr@s coméis, al menos mientras sea muy pequeño.
Conclusiones: A mí me gusta mucho. Creo que es una de las tronas plegables a las que más partido se le puede dar, sobre todo si, como nosotros, salís mucho por ahí con vuestro bebé: no ocupa, no pesa, es lavable y sujeta bien. Os aseguro que yo le voy a dar muchísimo uso, sobretodo cuando César crezca un poco más y ya pese demasiado como para darle la comida sentado en el regazo (cómo ahora hago a veces). ;)
Revista Infancia
Sus últimos artículos
-
Alojamientos rurales para grupos de familias o amigos en la Comunidad Valenciana
-
¿Preparando la comunión? No te pierdas los packs de LLuvia de Purpurina - Post con sorteo -
-
Bloggers de viajes, turismo y senderismo que sigo: Pura inspiración para los viajes con niños
-
5 ideas de regalo con mucho amor: para San Valentín o cualquier otro día del año