El guionista de la película 60 segundos escribió: sin una gran decepción no se aprecian las victorias; y es que es imposible ganar ganando, aprender sabiendo o acertar acertando.Si me paro a analizar las cosas (grandes o pequeñas) que he conseguido caigo en la cuenta que de las que más orgullosa me siento tienen sus raíces en errores. Enormes errores que te hacen tocar el fondo de la vergüenza y el sentimiento de inferioridad, errores que por instantes te hacen olvidar que son parte del juego de la vida y te provocan ganas de correr a ninguna parte, errores conscientes por la falta de empeño e inconscientes, que son los que más duelen.Siempre me ha gustado la gente que comete errores y lo admite (aunque sea pasado el tiempo), porque ese el primer paso para no volver a tropezar en el mismo; quien nunca se equivoca nunca aprende.Hay veces que el destrozo no tiene solución, otras que la recuperación es lenta, en ocasiones cierra una puerta y nos deja ciegos hasta que sacamos valor para abrir los ojos y encontrar la ventana entreabierta, algunas simplemente hay que rectificar…pero en cualquiera de las situaciones hay algo que aprender.Crecer, con esa palabra lo resumiría. Aquellos que aprendieron a sumar, lo hacen a la perfección y jamás intentaron multiplicar no se equivocan; en cambio el que después de saber que dos más dos son cuatro pasa a multiplicar, dividir, hacer raíces cuadradas y logaritmos…falla miles de veces antes de saber desarrollarlo bien.Admiro a quienes en momentos determinados sienten que han fallado y yo espero seguir equivocándome toda la vida.
De vez en cuando también se caen.