El acné es una de las patologías más frecuentes de la piel. Tanto, que afecta en torno a un 80% de la población en algún momento de su vida, por lo que puede que a ti también te haya afectado. Por eso, te explicamos algunos trucos en cuanto al maquillaje y el acné, así como algunos mitos sobre las causas que lo originan.
Lo más común es que el acné se sufra siendo adolescente o adulto joven, y, aunque no es una enfermedad grave, lo cierto es que puede dejar cicatrices. ¿Te ha sucedido? No te preocupes, tiene solución.
Y es que, tanto por la edad a la que suele aparecer como por las marcas que puede dejar, lo cierto es que el acné puede ser origen de un complejo que condicione nuestro día a día.
Acné… ¿por qué sale?
¿Por qué a mí me sale acné y a mi amigo no? Lo cierto es que no se sabe exactamente la causa responsable del acné, aunque podría tener relación con los cambios hormonales. También hay estudios que apuntan directamente a la bacteria del acné como el origen del mismo.
De lo que parece no haber demasiada evidencia es de que esté directamente relacionado con el consumo excesivo de chocolate o comidas altas en grasas, aunque lo cierto es que existen contradicciones en relación a ello.
Otro mito es que las espinillas y los puntos negros son producto de la suciedad. Error. Tampoco el estrés produce por sí mismo acné, aunque ten cuidado porque sí puede empeorarlo.
Disimular el acné con maquillaje
Si tienes acné y quieres disimularlo, una de las opciones es recurrir al maquillaje y los correctores. Es cierto que no es tan fácil como parece tapar los granos con maquillaje, pues una de las complicaciones es el volumen generado por el propio grano, aunque si aprendes algunos trucos los resultados seguro que mejoran.
1. Ante todo, nunca debes olvidar que mantener la piel hidratada es fundamental. Una rutina que debes incorporar a tu día a día. Eso sí, elige una crema adecuada a tu problema de acné, para lo que debes consultar con tu especialista o dermatólogo y así no arriesgarte a que empeore con una crema hidratante inapropiada. Recuerda que también puedes realizar limpiezas de cara, exfoliar la piel y aplicar mascarillas específicas para tu problema, aunque debes consultar con un experto sobre cuál es la mejor.
2. Elige un maquillaje que no sea graso. Si tienes mucho acné, puede que la mejor opción sea acudir a la farmacia para comprar un corrector apto para la situación, pues si usas uno convencional puedes empeorar el problema.
3. Si vas a aplicar un corrector en los granos o zonas más afectadas, asegúrate de elegir un tono que sea parecido al de tu piel, pues si aplicas uno mucho más claro o más oscuro, lo que conseguirás es resaltar aún más esa zona. ¡Y es justo lo que queremos evitar!
4. También debes tener en cuenta la densidad del corrector que vayas a utilizar. Los más densos cubren más. Mientras que los más líquidos, es mejor que los reserves para pequeñas marcas o rojeces, pues no cubren tanto.
5. Cuidado con aplicar más corrector de la cuenta sobre la zona o zonas afectadas. Al estar en relieve y con volumen, puedes conseguir el efecto contrario. Recuerda que muchas veces menos es más, y si echas demasiado puedes hacer que el efecto del volumen sea incluso mayor.
6. Como norma general, introduce en tu vida rutinas saludables que siempre ayudan a tener una piel sana y con buen aspecto: duerme suficiente, come frutas y verduras y realiza ejercicio físico. No sólo cuidarás tu piel, cuidarás de todo tu cuerpo y también tu mente.
(Fuente: masquesalud.com)