Por Gabriel Arba Ahorrar significa renunciar a algo hoy para tener mañana. Se ahorra para cubrir futuras necesidades de consumo como celebrar un bautizo, una comunión, comprar una televisión, etc., pero también se ahorra para invertir y para imprevistos. Lo más simple y seguro es tener una cuenta de ahorro en la que periódicamente transferir o traspasar parte de los ingresos obtenidos, preferiblemente justo después de cobrar. El hecho de no tener los ahorros muy a mano, al igual que en la cuenta corriente, disminuye la tentación de gastarlos en el último tablet salido al mercado, en un bolso o en una noche de copas con los amigos. Otros trucos para ahorrar:
- Anula todas tus tarjetas de crédito y ahórrate el dineral que te dejas en comisiones. Con esta medida, además de ahorrar, tendrás un mayor control de tu economía porque no podrás gastar aquello que no tienes.
- Anula todas las tarjetas de débito menos una y ahórrate las comisiones anuales.
- Anula las cuentas corrientes, cuentas de ahorro y todas aquellas cuentas que nunca utilizas y evita pagar comisiones.
- Utiliza los cajeros del banco emisor de la tarjeta y no pagues comisiones al retirar efectivo.
- Elige una cuenta corriente y una cuanta de ahorro sin comisiones.
- No guardes el dinero que no utilizas en una cuenta corriente; haz que trabaje para ti y te rinda beneficios.
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