No hay nada mejor que disfrutar de una bebida en una bonita y delicada copa. Y es que una copa de cristal fino consigue que el líquido que contiene tenga mejor sabor. Parece mentira, pero es así, no tienes más que servirte un buen vino en una copa de cristal de bohemia, que hacerlo en vaso de vidrio grueso. No, su sabor no se aprecia igual.
Pero al ser objetos delicados, su mantenimiento y limpieza es más complicado que el de la cristalería más corriente.
Así que en este post encontrarás algunos trucos para limpiar, mantener y almacenar tus copas de cristal más delicadas.
El lavado
✽ La mejor forma de lavar tus copas delicadas es hacerlo a mano. Ya sé que el lavavajillas es un electrodoméstico de lo más útil y cómodo, pero no es el más adecuado para cuidarlas.
✽ En primer lugar, es posible que si el cristal es muy fino, cualquier golpe o roce acabe por romper las copas, por eso se tiene más control lavándolas a mano.
✽ Por otra parte, el agua muy caliente, el detergente, los restos de comida y el roce con otros objetos que pongas en el lavavajillas acabe por desgastar el cristal, dejándolo opaco y con rayas.
✽ Utiliza una esponja para objetos delicados, evitando los estropajos que puedan rayar el cristal.
✽ Para las copas delicadas y altas puedes utilizar esponjas con mango, que permiten llegar al fondo sin ejercer demasiada presión.
✽ Si tienes un fregadero de doble seno o sueles utilizar el fregadero y un barreño, llenando uno con agua y detergente y dejando otro para aclarar, lava tus copas por separado del resto de vajilla. Cambia el agua y el detergente cuando vayas a encargarte de las copas. De esa forma no habrá otros elementos que puedan rayar o romper las copas. Y así no quedará suciedad y grasa en el agua que se pueda adherir al cristal.
Guantes
✽ En caso de que uses guantes para todas las tareas domésticas (yo misma no puedo prescindir de ellos), elige aquellos que no resbalen demasiado cuando están húmedos y con detergente, de ese modo no se te escurrirán entre los dedos cuando estés lavando las copas.
El detergente y otros limpiadores
✽ Utiliza un detergente suave para lavar tus copas, porque si es muy abrasivo terminará por dañar el cristal.
✽ El vinagre blanco te puede ayudar a devolver el brillo a las copas que estén ligeramente empañadas. Únicamente tendrás que mezclar 2 cucharada soperas por cada 200 cl. de agua (del grifo). Aplica esta combinación de ingredientes ayudándote de un paño suave que no suelte fibras, déjalo actuar unos minutos y luego aclara bien. Este truco te servirá únicamente cuando la copa no esté demasiado dañada.
✽ En caso de que las copas estén muy turbias, puedes dejarlas en remojo en agua con vinagre dejando que actúe durante toda la noche. Luego tendrás que lavarlas a mano, aclararlas completamente y secarlas. Utiliza la misma proporción que en el caso anterior, pero con las cantidades suficientes de agua y vinagre suficientes para cubrir la copa. No hace falta que las dejes de pie en el barreño o en el fregadero, puedes tumbarlas con mucho cuidado. Si quieres que no se choquen entre ellas o se puedan tumbar durante el remojo, coloca un paño, un papel o una alfombrilla de goma en el fondo.
✽ Las manchas que opacan las copas por la acción de las aguas duras, puedes utilizar acetona pura para intentar eliminarlas. Luego tendrás que lavarlas muy bien para eliminar cualquier rastro de acetona, aclararlas y secarlas.
✽ En caso de que tengan manchas oscuras (pintalabios, líquidos que tintan el cristal...) puedes dejar las copas en remojo con lejía alimentaria. Si las manchas están en el interior, llena las copas con de agua (fría) y vierte un par de cucharaditas de lejía alimentaria. Deja que actúe 1-2 horas y luego lava bien con detergente y aclara totalmente. En caso de que las manchas estén en el interior y el exterior, llena y barreño con agua y lejía para uso alimentario y coloca las copas en su interior, permitiendo que el líquido las cubra. Ten mucho cuidado para que no se choquen entre sí. Si tienes muchas copas y un barreño pequeño, haz varias tandas.
✽ Para eliminar manchas también puedes utilizar una pasta de bicarbonato sódico con agua. Eso sí, ten mucho cuidado para no rayar su superficie. Deja actuar la pasta, pasa un paño suave o una esponja para eliminar la mancha y luego finaliza el proceso lavando bien las copas.
✽ Otra opción para quitar las manchas es emplear pasta de dientes. Aunque, ojo, si la pasta es muy abrasiva y el cristal muy delicado, es posible que termines con un cristal rayado y empañado.
✽ Si recurres al lavavajillas, procura que el electrodoméstico esté limpio y sin residuos, no coloques junto con las copas vajilla o cubiertos sucios, ten mucho cuidado para que las copas no se muevan o choquen con el resto de objetos, no te excedas con la cantidad de detergente y utilizar un programa que no se demasiado intenso.
El secado
✽ Si quieres que tus copas estén siempre brillantes, sécalas completamente antes de colocarlas en tu aparador. Las pequeñas gotas de agua empañarán el cristal y puede que terminen por opacarlas. Ponlas a secar primero al aire y luego termina puliendo con un paño de microfibra para eliminar cualquier huella. O utiliza mejor dos paños, uno para sostener y otro para pulir.
✽ Si las dejas escurriendo, hazlo de modo que no se puedan tumbar en el escurridor y que no se choquen entre ellas o con otras piezas de tu vajilla o cristalería. Lo ideal: colocar un paño sobre el escurridor para que no se resbalen.
El almacenaje
✽ Lo ideal es que almacenes tus copas de forma que las que más uses estén más a mano, pero teniendo cuidado de que no puedas engancharlas al tomar otros objetos del aparador o la estantería en la que las guardes.
✽ A la hora de colocar las copas hay varias opciones, te las comento y luego serás tú quien elijas.
✽ Con el borde hacia arriba, conseguirás que se sequen por completo y no tendrás que darles la vuelta para utilizarlas, y todos sabemos que cuanta menos manipulación, menos riesgo de rotura. Además, la parte más delicada de la copa es la superior, por lo que al ponerlas con él mirando hacia arriba las protegerás más.
✽ Con el borde hacia abajo, tocando la superficie del mueble, evitarás que se acumula el polvo, pero tendrás que voltearlas al sacarlas de la vitrina o el aparador. Si vas a optar por esta solución, te recomiendo que coloques un tejido o material que acolche ligeramente la superficie y que impida que las copas se puedan rozar o volcar con facilidad.
✽ También puedes guardarlas alternando las dos opciones anteriores, de modo que optimices el espacio de almacenaje. Puedes colocar boca arriba las que más uses y boca abajo las que utilices únicamente en ocasiones especiales. También puedes colocar una hacia arriba y otra hacia abajo, aprovechando al máximo la superficie.
✽ Otra elección interesante es utilizar un sistema para colgar las copas boca abajo, aunque en este caso deberían estar tras una puerta o un cristal, porque si están en la cocina la humedad y la grasa se depositará rápidamente en el cristal y tendrás que lavarlas muy a menudo, incluso sin utilizarlas.
✽ Sea como sea, el lugar en el que guardes tus copas debe estar siempre impoluto, sobre todo si las colocas boca abajo, puesto que el borde es la parte que te llevas a los labios.
✽ Si tienes muchas copas y vasos y armarios altos, puedes utilizar elevadores para guardarlo en dos o tres alturas, así optimizarás tu espacio de almacenaje. Los puedes encontrar ya fabricados o hacerlo con tus propias manos y a medida.
Y ahora ya sólo te queda por hacer una cosa: brindar con esas copas limpísimas y relucientes.
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La primera vez que apareció el post Trucos para Limpiar y Almacenar Tus Copas de Cristal Más Delicadas fue en el blog de La Meiga y Su Caldero.
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