Nada hace un espacio mas femenino, que dar unos toques de rosa aquí y allá en forma de accesorios o textiles, a una decoración basada en neutros y blancos. En este pequeño piso nórdico de tan sólo 35 m² hay que sumarle además las plantas y flores naturales, la lámpara del salón con pantalla de tul y los cuadros y pósters con cierto tono romántico.
A pesar de las pocas piezas de mobiliario y el escaso espacio, la dueña ha sabido crear una atmósfera fresca, luminosa y dulce, adaptando el pequeño piso a sus necesidades y a su gusto. Bonito, ¿verdad? Feliz martes!
Vía: innerstadsspecialisten