Es la mejor solución, pero también la más cara. No sólo por el coste del aparato y la obra, sino también por el gasto en consumo de energía que implica. Enfriar una sala de varios metros cuadrados, en ocasiones bajando la temperatura 10 o 15 grados, exige una potencia energética que puede llegar a los 2000 o 2500W.
Una vez que has instalado el aire acondicionado... ¿Es posible reducir el gasto para ahorrar en la factura de la luz? Lo cierto es que sí. Por eso vamos a mostrarte algunos trucos y consejos para ahorrar con el aire acondicionado.
¿Cuántos tipos existen?
Antes de empezar, especialmente si aún no has elegido cual comprar, conviene conocer los tipos de aire acondicionado más comunes, para descubrir su consumo.
Aire acondicionado tipo split. Es el más clásico. Consta de una unidad externa que se coloca en el exterior (en la pared que da a la calle, un balcón o el jardín), y una unidad interna que va dentro de la casa. Consumo: medio
Split 2x1, 3x1, etc.: Una unidad externa y varias internas, una para cada sala. Consumo: alto
Aire acondicionado de pared (compacto): No tiene unidad externa y solo requiere sacar un tubo al exterior. Consumo: alto
Aire acondicionado móvil (portátil). Se puede mover de una sala a otra, pero sigue necesitando sacar un tubo por una ventana. Consumo: alto
¿Cuánto gasta?
Para saber cuánto consume un aparato de aire acondicionado, hay que tener en cuenta varios factores.
En relación a otros electrodomésticos es uno de los que más gasta, pero no más que la lavadora o la calefacción:
Para ver lo que consume el modelo que tienes, busca su pegatina de eficiencia energética que exige la Unión Europea. Indica el consumo durante un año del aparato, medido en KWh al año:
Si queremos calcular lo que consume en un mes, divididos por 12. En tu factura de la luz viene lo que te cuesta un kW. Lo ideal es que el aire acondicionado sea A o superior, pues indica que aprovecha muy bien la energía que consume.
Trucos y consejos para ahorrar con el Aire Acondicionado
Con un consumo responsable y un correcto uso el sistema, se puede ahorrar hasta un 30% en el gasto del aire acondicionado, sin pasar calor. Sigue estas indicaciones:
- Durante la instalación, no hay que fijarse sólo en la estática. Tanto la unidad interna como la externa deben situarse en la parte de la casa (o la sala) en donde menos les de el sol
- Si no hay nadie en la habitación apagar el aire acondicionado, o activar el modo ahorro
- La temperatura ideal varía entre los 22 y 25 grados, en función de las personas. En verano, en zonas de mucho calor no conviene bajarlo de 25 grados, porque no es bueno para el cuerpo que haya mucha diferencia con respecto al exterior
- Como más humedad haya, más hay que bajar la temperatura. En equipos con control de humedad, debe mantenerse entre el 40 y el 60% con respecto al aire
- Cada grado que bajes la temperatura supone un 8% más en la factura de la luz
- Es importante que el sistema de aire acondicionado esté limpio, sobre todo los filtros. Si no filtran bien consumirá más. Limpia los filtros al menos una vez al mes
- Si el aire acondicionado no tiene termostato o es muy básico, intenta instalar uno más avanzado con programación según las horas del día, modo noche, etc.
- Poner una temperatura inferior a la que quieres no hará que la sala se enfríe más rápido, pero sí consumirá más. Programa siempre la temperatura correcta
- Si aislas la sala del calor (pon toldos, cierra las persianas y las cortinas) el aire acondicionado trabajará y gastará menos
- No abras puertas y ventanas de la sala refrigerada para enfriar otras habitaciones sin aire acondicionado. No conseguirás el efecto deseado y gastarás mucho más
- Cuando el aire esté encendido, cierra puertas y ventanas de la sala para que climatice mejor
- En verano ventila la casa al amanecer o por la noche, en las horas de menos calor
- Utiliza los electrodomésticos que producen calor (el horno, la plancha, el ordenador) en las horas menos calurosas del día
- Si pones el aire acondicionado mientras usas el horno, el lavavajillas o el microondas y nunca se va la luz, quizá tengas más potencia contratada de la que necesitas. Reducirla puede suponer hasta un 30% de ahorro en la factura.