Trucos y consejos para perder peso

Creerme que no se trata de una dieta milagrosa, ni tampoco de perder 10 kilos en una semana. Con ésta entrada quiero que veamos como deshacernos de la hinchazón navideña. Vengo notándome más tripa y culo desde que marcharon los reyes magos, los muy jodíos a parte de ropa, cremas y maquillaje me dejaron 2 kilos de regalo...¡Y yo eso en la carta no lo pedí!

Quiero recopilar unos truquitos para eliminar ese cúmulo de excesos navideños sin recurrir a dietas estrictas ni horas y horas de gimnasio, basta con cambiar algunos hábitos en nuestro día a día. A mi me ha funcionado y quiero compartirlo con vosotras:

Eliminar los snacks: Yo era de comer entre horas, me podía comer un donuts, una bolsa de patatas fritas...malditos dulces y bollería. Por eso he decidido que cuando tenga hambre únicamente comeré una tortita de arróz integral. ¿Qué os parecen insípidas? Yo estoy tomando dos que están buenísimas. Las de chocolate negro de bicentury (cuando quiero dulce) o las de arroz y quinoa de el Granero (cuando quiero acompañarlas de algo salado).

Hacer 20 minutos de ejercicio al día: No es necesario acudir al gimnasio a sudar la gota gorda. Basta con intentar ir andando a clase o al trabajo (siempre que se pueda claro está) sustituir los ascensores y las escaleras mecánicas para obligarnos a subir escaleras y mover un poco el culo.

Elimina todo lo que no se puede comer: Hay que procurar ir a la compra con la idea de comprar sólo lo que debemos comer, no caigáis en la tentación de comprar las cosas prohibidas, de hecho si hacéis la compra solas y con lista en mano, mejor.

Sustituye alimentos: Yo no puedo hacer mis comidas sin cocacola, pero la diferencia en cuanto a calorías entre la normal y la zero es bestial, así que siempre que podamos, tomaremos otras alternativas. Por ejemplo, el pan es algo que nos encanta y es de lo más difícil de quitar, os doy algunas opciones menos calóricas con las que acompañar nuestras comidas.

No comas postre: En casa es fácil sustituirlo por un yogur desnatado, pero cuando salimos a comer fuera es casi imposible controlarse. Intentad mentalizaros del dinero que cuesta un postre ¿Por qué no mejor gastárselo en una barra de labios? Si esto no funciona, optad por un helado de hielo o sorbete.