Justin Trudeau se emociona al pedir perdón en la Cámara de los Comunes por la «purga homosexual» llevada a cabo a lo largo de varias décadas por los sucesivos gobiernos de Canadá.
Tal y como había adelantado, este martes, 28 de noviembre, el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, comparece ante la Cámara de los Comunes, en Ottawa, para pedir perdón por la denominada «purga homosexual» en el país norteamericano. Además de introducir un proceso para eliminar las «condenas injustas» a personas acusadas de homosexuales, el gobierno canadiense destinará 85 millones de dólares para compensar a las víctimas de lo que lo que fue una discriminación autorizada por sucesivos gobiernos contra las personas homosexuales y que extendió a lo largo de más de 30 años, causando que miles de personas perdieran sus trabajos e incluso procesados legalmente en base a su orientación sexual, afectando principalmente a funcionarios del ejército, el servicio público y la Real Policía Montada de Canadá.
«Es con vergüenza, pena y un profundo pesar por las cosas que hemos hecho que estoy hoy aquí y digo: estábamos equivocados (…). Espero que al hablar de estas injusticias, jurar que nunca las repetiremos, y actuar para corregir estos errores, podamos comenzar a sanar», proclamaba un Trudeau en un emotivo discurso en el que afirma que las personas homosexuales son «profesionales. Sois patriotas. Y sobre todo, sois inocentes. Y por todo vuestro sufrimiento, merecéis justicia, y merecéis paz».
En la década de 1950, comienza una amplia campaña destinada a eliminar a las personas gays y lesbianas de las fuerzas armadas y otras instituciones gubernamentales al interpretar que eran vulnerables a posibles chantajes por parte de la Unión Soviética, a pesar de que no se conociera ningún caso de empleados públicos homosexuales que pasaran información a ninguna potencia extranjera. Para identificar a sus objetivos, las autoridades desarrollan la denominada fruit machine, que aseguraban podría detectar a las personas homosexuales.
“Esta es la devastadora historia de gente que fue catalogada como criminal por el gobierno, gente que perdió su forma de sustento, y en algunos casos, su vida”, dijo.
“Estas no son prácticas distantes de gobiernos olvidados hace mucho tiempo. Esto ocurrió sistemáticamente, en Canadá, no hace mucho tiempo, más recientemente de lo que nos gustaría admitir”, puntualizó.
Trudeau dijo que el servicio público, las fuerzas armadas y la Real Policía Montada Canadiense espiaban a sus propios integrantes, dentro y fuera de sus centros laborales. Indicó que los canadienses fueron monitoreados por cualquier cosa que pudiera haberse interpretado como comportamiento homosexual.
Vigilaban a grupos comunitarios, bares, parques e incluso viviendas. Agregó que, cuando el gobierno sentía que tenía evidencia suficiente, algunos sospechosos eran llevados a lugares secretos durante la noche para ser interrogados.
“Quienes admitían ser gays eran despedidos, dados de baja, o intimidados para que renunciaran”, añadió. Fue una cacería de brujas, puntualizó.
“Hoy estoy aquí, con vergüenza y dolor y profundo arrepentimiento por las cosas que hemos hecho, para decir: Estuvimos equivocados. Nos disculpamos. Lo siento. Lo sentimos”, afirmó Trudeau ante un público que lo ovacionó.
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Fuentes: universogay.com ymilenio.com y AP
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