Truman vive en Ibi (¿Habrá arrancado él el césped?)

La película "El show de Truman" (1998), nominada para el Oscar al mejor director, al mejor actor de reparto (Ed Harris), y al mejor guión original, es una de mis preferidas. Los que la han visto recordarán que se muestra el mundo de Truman como una especie de Gran Hermano bestial en el que absolutamente todo, incluso la propia familia del protagonista, es falso, planeado; todas las experiencias de su vida son creadas intencionadamente para condicionar su forma de ser. Truman no es más que el objeto de un cruel experimento en el que no se deja nada al azar. Los protagonistas condicionan a Truman mediante los miedos (al agua, a los perros, a los riesgos de viajar en general) y la culpa (la muerte de su padre, el abandono de su madre).
Muchos ibenses tienen ahora la misma sensación que tuvieron en 2007, hace justo 4 años, sienten que se quiere condicionar su voto en las próximas elecciones municipales. He hablado con algunos ciudadanos a los que les pasa lo mismo, lo mismo que le pasaba a Truman, que aparentemente vivía en un mundo perfecto y poco a poco descubre que nada es auténtico a su alrededor, que está siendo engañado y utilizado.
Como digo, una vez más se repite la historia: nuestra Alcaldesa se ha echado a sus espaldas la difícil tarea de hacer creer a los ibenses que vivimos en un pueblo idílico, donde tenemos todo lo que necesitamos para ser felices. La única diferencia es que hace 4 años no se sabía de dónde salía el dinero para las obras que se hicieron en los últimos meses de legislatura (todavía hay facturas pendientes de pago por los cajones), en cambio hoy disponemos de ese dato: un préstamo de 1 millón de euros para destinarlo a "embellecimiento". Lo más terrible es que este nuevo endeudamiento sólo ha sido posible después de gestionar con los bancos acreedores del Ayuntamiento una renovación de todos los préstamos y un aplazamiento a 20 años de la deuda.
Mayte Parra imita una vez más a su admirado Xavi Castillo y exclama: Aixó ho pague jo!!!! y pone en marcha la brigada destrozanaturaleza: arranca los árboles de los maceteros del Desvío y los forra de azulejo trencadis, tala los cipreses del Polivalente y pone césped artificial en el Desvío.
Y por supuesto, la realidad virtual que no falte: si hace 4 años recreó mediante ordenador la imagen de la pista polideportiva cubierta en El Alamí (que se ha quedado en una simple pista de atletismo de 6 calles al aire libre), este año quieren encandilar a los votantes con una guardería virtual super-mega-maravillosa. Además, con engaño: dice que hay una igual funcionando en Paterna y eso no es cierto.
Pero como pasaba en la película de "El show de Truman", la terca realidad acaba imponiendo su ley. Una racha de viento deja al descubierto la precariedad de este decorado propio del "País de las Maravillas" y el césped de plástico sale volando por los aires (por cierto, mi agradecimiento al amigo del Facebook que me mandó ayer la foto). Igual que cuando Truman desafía a su creador, la realidad se empeña en amargarle la campaña electoral a la Alcaldesa.