Roberto Malaver.
¡Agarren su gallo muerto! Ahora sí es verdad que quedamos turulatos. Confiados en el triunfo de la compañera Hillary Clinton, y dispuestos a salir cantando el Himno de Estados Unidos rumbo a la embajada a seguir la fiesta de la democracia, nos dan esa mala noticia de que ahora tenemos que jalarle a Donald Trump para ver cómo nos va con ese señor. Ya Embajada Radonski lo felicitó y le dijo que pronto la Mud viajará a Washington para contarle la realidad de Venezuela, y Espoleta Allup también dijo que esa fue una decisión del pueblo y hay que respetarla, es decir, allá sí respetamos las decisiones del pueblo, pero aquí, ese pueblo que eligió a Maduro, no lo respetamos porque claro, no estamos en EEUU, y aquí todo se vale.Ahora el peo es cómo le entramos a Trump. Porque ya Obama nos estaba apoyando con todo, y hasta una amenaza inusual y extraordinaria nos declaró, para ayudarnos a salir del régimen de Maduro, pero nada, y eso nos da una pena del carajo que ese gran hombre, Premio Nobel de la Paz, se haya ido del poder sin que nosotros le hayamos ganado la guerra a Maduro sacándolo del poder. Si Trump viene pidiendo una auditoría del dinero que se ha enviado a Venezuela para sacar a Maduro, ay, mamaíta querida, más de un compañero va a pedir asilo en Cuba diciendo que es un perseguido político del gobierno imperialista de los Estados Unidos, porque aquí ha llegado el dólar parejo a través de ONG y otras vainas que se han montado y nada, nadita de nada que salimos del conductor de masas, es decir, del autobusero.
Con Hillary ya uno estaba claro por dónde venían los tiros, y estábamos listos para ir al Salón Oval a felicitarla personalmente, pero ahora con el compañero Donald Trump no sabemos cómo es la vaina, porque dice una cosa aquí y otra allá y la incertidumbre nos jode mucho. Ya estamos montando una comisión con los diputados Luis – Canchunchú- Florido- William –Zigatoca negra- Dávila, Ismael – Talanquera- García y Espoleta Allup para que lleven un mensaje de paz y amor al nuevo Presidente, y que no se olvide de la ayuda que tiene que seguir dándonos para ver si salimos de este hombre que no quiere abandonar el cargo.
El papá de Margot tiene tres noches sin dormir porque “ese Trump tiene una pinta de comenzar a invadir países para ver si el año que viene le dan también su Premio Nobel de la Paz”. Da vueltas por la sala. Ve para el techo. Se estira los pocos pelos que le quedan en la cabeza. Se detiene y le da un puñetazo a la pared. Y nos mira a Margot y a mí y mueve la cabeza en señal diciendo que no es no. Hasta que se decide y se va al cuarto y toma la puerta y le mete aquel coñazo tan duro, que un vecino grita: “Carajo, qué manera de celebrar el triunfo de Trump”
- Yo soy aquel que cada noche te persigue.- Me canta Margot
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