Podía parecer imposible, pero con Donald Trump no hay nada imposible. Después, de más de dos años de caza de brujas por parte de Mueller, los demócratas y la prensa progre, el presidente no deja de encadenar éxito tras éxito.
Los niveles de aprobación de Trump entre los votantes se han disparado y ya están en el 55% en general y en el 58% en economía. Una aprobación que en Wall Street alcanza un 70%, según encuesta de RBC Capital Markets en Wall Street, convencidos de que Trump será reelegido.
La estabilidad en los índices de aprobación ciudadana a Trump se mantienen y aumentan significativamente. En el actual contexto, con ataques continuos de los medios y rivales políticos, es un toda una hazaña y un síntoma de la fortaleza de esta presidencia de cara a la reelección en 2020.
Bajo la gestión de Trump, la economía está creciendo de forma robusta y sana; el empleo continúa en niveles récord, con un total de más de 5 millones y medio de nuevos empleos desde el día de las elecciones, el desempleo en el 3,8% y con marzo marcando el 13º mes consecutivo de desempleo en o por debajo de 4%; las Fuerzas Armadas están siendo revitalizadas de forma profunda; los incentivos están permitiendo a la industria privada invertir más de 275.000 millones de dólares en redes 5G, un sector en el que se crearán otros tres millones de nuevos empleos; en este empeño por modernizar la infraestructura tecnológica del país, encontramos otra gran iniciativa que autoriza 20.400 millones de dólares para llevar internet de alta velocidad a 4 millones de hogares rurales en Estados Unidos. Algo que permitirá crear nuevas oportunidades y fortalecer el país donde más se necesita; el impulso de Trump al liderazgo energético estadounidense y a una energía doméstica asequible y confiable para las familias y las empresas americanas, sale fortalecido a través de nuevas órdenes ejecutivas destinadas a acelerar los proyectos de oleoductos y otros proyectos energéticos, así como para expandir la producción de petróleo y gas natural.
La reorganización de algunas áreas de la Administración se están viendo reforzadas con la llegada de nuevos responsables en línea con lo que el presidente quiere aplicar. En este ámbito, se enmarca el nombramiento de James M. Murray director del Servicio Secreto, un miembro de carrera del mismo, que asumirá el cargo a partir de mayo. O el nombramiento de Kevin McAleenan, comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y gran conocedor de la frontera sur, como nuevo secretario del Departamento de Seguridad Nacional. El presidente está reorganizando las agencias para que sean más efectivas al aplicar sus políticas. Y lo está consiguiendo.
Por otra parte, desde que Trump designó a Neil Gorsuch para el Tribunal Supremo, ha nominado con éxito a 2 jueces para el Tribunal Supremo; 37 jueces del tribunal de Apelaciones y 54 jueces del Tribunal de Distrito. Un impacto histórico en el mundo judicial de USA. Todos jueces constitucionalistas y conservadores, nada de progres que hacen experimentos sociales.
A nivel internacional, las buenas noticias asoman la patita para otra cumbre con Corea del Norte que permita avanzar en la desnuclearización de la península coreana. Un logro que será histórico. El inminente acuerdo comercial con China será otro éxito de Trump con un impacto directo y a largo plazo en la economía del país y del mundo.
Las negociaciones comerciales con la Unión Europea plantean resolver cuestiones que llevaban demasiado tiempo enquistadas. Trump está dando el empujón definitivo.
El presidente, consciente del buen momento que vive, se ha lanzado ya a la reelección con éxito. Trump ha recaudado en el primer trimestre más de 30 millones de dólares en donaciones para su causa. El Partido Republicano guarda ya 45 millones 800 cientos mil dólares para la campaña de reelección. Y esto acaba de empezar.
Un panorama de buenas noticias para Trump, que siguen acumulándose y ya jalonan el camino victorioso a la reelección en 2020.