Desde hace más de seis años, Donald Trump soporta una intensa campaña de desprestigio, acoso y derribo por parte de los medios de comunicación y la prensa progre de Estados Unidos y del resto del mundo. Mentiras y manipulaciones están en la base de las Fake News que se han difundido sobre él y su presidencia.
Era y es de justicia que Trump los llamara a todos ellos los enemigos del pueblo, porque realmente lo son, tal y como están empeñados en seguir engañando a la gente.
Esos medios se han creído con impunidad para decir y hacer cualquier cosa, pero ahora también deberán pagar las consecuencias de sus actos. Durante la primera semana de octubre, los abogados de Donald Trump presentaron una demanda contra la cadena de TV CNN, que alguna vez fue un prestigioso medio de noticias y que se ha convertido en un proveedor de desinformación, difamación y noticias falsas, a un nivel que el público estadounidense y mundial ni siquiera creería posible de no verlo con sus propios ojos. Es el principio del contraataque de Trump contra aquellos medios que han cargado durante años contra él de forma injustificada. Finalmente, ha llegado el momento de responsabilizar a la CNN legalmente por sus engaños deliberados y sus declaraciones difamatorias sobre Trump y sobre sus votantes, a los que ha tratado y trata de manera muy injusta y plagada de mentiras. Cargado de razones y evidencias, Trump ha presentado una demanda a la cadena CNN por organizar una campaña deliberada de difamación y narrativas difamatorias y reclama 475 millones de dólares en daños.
La demanda ha sido presentada en el Tribunal de Distrito Sur de Florida en Fort Lauderdale, y en ella se califica a la cadena de TV como Fake News (noticias falsas) y se acusa a la compañía de usar su "influencia masiva" para "difamar al demandante en la mente de sus televidentes y lectores con el propósito de derrotarlo políticamente, lo que culminó con la CNN reclamando el crédito por sacar de la Casa Blanca a Trump en las elecciones presidenciales de 2020". En la demanda se puede leer también que: "La campaña de disuasión de CNN en forma de difamación y calumnias contra el demandante sólo se ha intensificado en los últimos meses, ya que CNN teme que el demandante se postule para presidente en 2024. Como parte de su esfuerzo concertado para inclinar la balanza política a la izquierda, CNN ha tratado de contaminar al demandante con una serie de etiquetas cada vez más escandalosas, falsas y difamatorias de 'racista', 'lacayo ruso', 'insurreccional' y, en última instancia, 'Hitler'". En la demanda se señala que: "CNN no había cumplido con las demandas del demandante de retractación de declaraciones difamatorias mediante la publicación de tales retractaciones".
En la demanda se enumeran otros casos de declaraciones difamatorias de CNN contra Trump, y aporta ejemplos específicos. También se proporcionan capturas de pantalla, citas de CNN y aspectos destacados de programas presentados por presentadores manipuladores que sesgan las noticias como Anderson Cooper y Brian Stelter.
En las próximas semanas y meses, el equipo jurídico de Trump también presentará demandas contra otras compañías de medios que han divulgado noticias falsas, mentiras, y que lo han difamado abiertamente y con impunidad.
No es el único frente judicial que abrirá Trump contra esa patulea de rabiosos izquierdistas radicales que no pueden con él ni con calumnias, ni con insultos ni con mentiras. Sus abogados estudian emprender asimismo acciones apropiadas contra el Comité del 6 de enero porque, a pesar de la evidencia abrumadora, se han negado a investigar el fraude electoral masivo que tuvo lugar en 2020, y que sólo se dedicaron a hostigar a aquellos ciudadanos que protestaron por el fraude cometido por los demócratas e hicieron preguntas al respecto. El robo de las elecciones fue descarado y una de las pruebas más evidentes de la alianza corrupta ente los políticos implicados en el mismo y los medios que lo encubrieron y lo encubren. El mayor escándalo político en décadas ha sido silenciado por esos medios que no han dejado de atacar a Trump en un afán desmedido por derrotarlo.
Es justo que ese Comité del 6 de enero, que no fue más que un teatro de cara a suministrar información falsa a los medios, sea responsabilizado legalmente. Ese Comité se ha negado a reconocer, al igual que el Inspector General de Biden en el Departamento de Defensa, y otros cargos, que días antes del 6 de enero, Trump recomendó y autorizó el despliegue de 10.000 o 20.000 soldados de la Guardia Nacional para garantizar que hubiera paz y seguridad en el Capitolio y en todo el país. Esa oferta fue rechazada por la corrupta presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el alcalde Bowser de Washington, D.C. La ley requiere que ellos lo solicitaran también, pero no la hicieron y le fallaron al país. Probablemente a sabiendas de lo que iba a suceder.
Asimismo, Trump ha exigido que la Junta del Premio Pulitzer rescinda los premios otorgados a los medios de comunicación de tendencia izquierdista por su cobertura "inexacta, inepta y corrupta" del engaño de Rusia, que ha sido totalmente desacreditad. Los medios que suelen desinformar con noticias falsas cubrieron el caso incorrectamente, informando lo contrario de lo que realmente sucedió. Sin embargo, la Junta de los Pulitzer no ha rescindido los premios que otorgaron por reportajes falsos en 2018 al New York Times y el Washington Post, lo que hace que los miembros puedan ser responsabilizados por declaraciones difamatorias. Durante dos años, estas instituciones periodísticas impulsaron de forma consciente y deliberada historias falsas sobre Rusia y Trump una y otra vez y, a pesar de carecer de evidencia creíble, intentaron persuadir al público de que su campaña electoral se había confabulado con el gobierno ruso. A pesar de que la narrativa de la colusión rusa ha sido desacreditada desde entonces, la junta de los Pulitzer aún se niega a rescindir los premios.
La presentación de la demanda contra la CNN es el inicio de un proceso legal para hacer frente a los principales medios de comunicación y sus noticias falsas sobre Trump. Algo que millones de ciudadanos venían reclamando desde hacía mucho tiempo para nivelar el terreno de juego. Es una magnífica a noticia y, por tanto, no la verán demasiado o nada en esos grandes medios que han mentido de forma descarada y que siguen mintiendo a la gente en sus caras.
Nos encontramos en un momento decisivo en el que Trump ha movido ficha para derrotar a los medios progres, ese enemigo del pueblo que ha dinamitado el periodismo de calidad y hundido su prestigio en el lodazal.