El presidente estadounidense, Donald Trump, recibe este jueves en Florida a su homólogo chino, Xi Jinping, en un encuentro informal y distendido, pero sobre el que planea la amenaza que representa Corea del Norte.
El primer encuentro entre ambos dirigentes tendrá lugar en la exclusiva mansión de Trump en West Palm Beach (Florida) conocida como Mar-a-Lago, lejos de la solemnidad de la Casa Blanca.
Entre los pocos detalles que se han filtrado del programa de la visita, se sabe que los mandatarios de las primeras potencias económicas del mundo cenarán juntos tras la llegada de Xi a media tarde, y que el viernes mantendrán una serie de reuniones.
Trump tendrá la oportunidad de dar muestras de hacia dónde quiere llevar la relación chino-estadounidense, ya que hasta ahora su posicionamiento diplomático ha sido impreciso.
En cualquier caso, el encuentro con Xi será “muy difícil”, porque el magnate inmobiliario calificó durante su campaña electoral a China como el principal rival de Estados Unidos, principalmente en materia de comercio internacional.
Además, acusó a Pekín de “manipular” su moneda.
Aunque ambos países deberían continuar su “tradición” diplomática de mantener “compromisos fuertes”, hay varias piedras angulares en el camino por analizar, destacó el miércoles Susan Thornton, responsable para Asia del Departamento de Estado.
El primer tema espinoso es Corea del Norte, que volvió a desafiar a Estados Unidos y a la comunidad internacional el miércoles lanzando su quinto misil en lo que va de año.
Unas horas antes de recibir a Xi, Trump aseguró en una conversación telefónica al primer ministro japonés, Shinzo Abe, que Estados Unidos “continuará reforzando su capacidad militar” frente a “la seria amenaza que sigue representando Corea del Norte”.
Desde hace varias semanas, Washington exhorta a Pekín a presionar a su aliado Pyongyang, a quien ofrece un colchón diplomático en Naciones Unidas.
Trump dejó caer la amenaza de una intervención militar unilateral en una entrevista publicada el domingo por el Financial Times, apuntando que está preparado para “solucionar” solo el problema norcoreano si China duda demasiado tiempo.
Y a Abe le dijo el miércoles que “todas las opciones están sobre la mesa”.
Pyongyang está intentando desarrollar misiles balísticos intercontinentales que podrían alcanzar territorio estadounidense.
“Es un problema que se ha vuelto urgente. Es una amenaza urgente y mundial. Por lo tanto, es un tema que discutiremos”, afirmó Thornton, que estará este jueves en Mar-a-Lago.
“Creo que buscaremos la ayuda de China para aumentar la presión” sobre Corea del Norte, precisó.
Con información de AFP.
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