Martha Andrés.─ El discurso que el presidente Donald Trump dará hoy 28 de febrero, ante el Congreso estadounidense se prevé como un canto optimista a lo que será el país bajo su Gobierno y una exaltación de los logros hasta ahora.
Ya la Casa Blanca adelantó que la alocución del mandatario frente a las dos cámaras del Poder Legislativo, fijada para las 21:00, hora local, estará dedicada a la 'renovación del espíritu estadounidense', lo cual sigue en línea con su reiterado propósito de Make America Great Again (Hacer a Estados Unidos grande otra vez).
Fuentes de la administración inaugurada el 20 de enero pasado aseguraron que la intervención del jefe de Estado presentará una visión optimista y amable en temas como salud, inmigración, reforma fiscal, defensa, comercio y seguridad.De manera general, Trump promoverá su agenda política ante el Senado y la Cámara de Representantes, ambos como mayoría republicana, pero también aprovechará el horario televisivo estelar para dirigirse a toda la nación e incluso al mundo.
El mandatario tratará de convencer a los espectadores de que su desempeño al frente del país está siendo satisfactorio, a pesar de las numerosas críticas a muchas de sus políticas, sobre todo en materia migratoria, y a las protestas desatadas en su contra en diferentes estados.
Hace dos días, al recibir a los gobernadores de la nación en la Casa Blanca, Trump aseguró que tras cuatro semanas de Gobierno habían logrado casi todo lo que se propusieron.
Estamos contentos con la forma en que están saliendo las cosas, hicimos muchas promesas en los dos últimos años y muchas de esas ellas ya se cumplen, así que nos sentimos muy honrados por eso, sostuvo en un tono que debe repetirse este martes.
Sin embargo, no coinciden con él ni los miembros del Partido Demócrata, ni gran parte de los medios de prensa, ni diferentes organizaciones que convocaron para hoy a una movilización cerca de la mansión ejecutiva.
Tampoco parece creerlo así una parte importante de la ciudadanía norteamericana, pues según un reciente sondeo de la cadena NBC y el diario Wall Street Journal, el índice de aprobación de Trump es solo del 44 por ciento.
Si bien es cierto que durante sus primeras semanas en el cargo el gobernante firmó con gran estridencia diversas órdenes ejecutivas sobre temas pregonados durante su campaña, analistas señalan que con varias de ellas solo sentó las bases de medidas futuras, no de acciones concretas.
En el área legislativa, pese a la superioridad de su partido, Trump no ha promovido ninguna ley sustancial, mientras hace ocho años los demócratas ya habían aprobado normativas como las de la igualdad salarial y la expansión de atención sanitaria a los niños.
Por ello, varios medios sostienen que se trata de un inicio lento en relación con los objetivos más importantes de la agenda presidencial: la derogación y sustitución de la legislación de salud conocida como Obamacare, la reforma tributaria, y la reestructuración del presupuesto, entre otras.
Sobre la Ley de Cuidado de Salud Accesible, por ejemplo, hasta el ahora no se sabe cómo procederán los legisladores para eliminarla ni se tiene conocimiento de un plan concreto para reemplazarla.
Al mismo tiempo, NBC señala que más de un mes después de asumir el cargo nadie parece saber exactamente qué camino sigue Trump, dadas las direcciones limitadas o contradictorias sobre lo que espera que haga el Congreso en puntos fundamentales como el cuidado de salud, los cambios fiscales y la infraestructura.
La víspera, durante una conferencia en la que hicieron una evaluación de los primeros 40 días del actual Gobierno, los líderes demócratas del parlamento afirmaron que el presidente no ha mantenido compromisos contraídos con la clase trabajadora como aumentar el empleo o fortalecer la clase media.
Por otro lado, ya cumplió promesas importantes como la salida de Estados Unidos de las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico y la firma de un veto que prohíbe la entrada al país de refugiados y ciudadanos de siete países mayoritariamente musulmanes.
Sin embargo, esta última medida no solo provocó críticas y protestas en diferentes ciudades y la condena de organizaciones dentro y fuera del país, sino que, además, fue bloqueada en los tribunales, lo cual representó una derrota para la administración.
Está por ver la aceptación que tendrá el discurso entre los miembros de su partido tras las fuertes desavenencias con algunos de ellos, y entre la población norteamericana en general.
Los demócratas, por su parte, prometieron resistencia a las políticas del mandatario, algo que confirmó el fin de semana el nuevo presidente del Comité Nacional de esa fuerza, Tom Pérez.
Para una parte de la ciudadanía, en tanto, la alocución solo presentará 'una agenda discriminatoria que pone los beneficios por delante de la salud de las personas, socava la igualdad y daña el medio ambiente', y por ello saldrá hoy a las calles a protestar en su contra.
Prensa Latina