Aunque el racista millonario Republicano Donald Trump en su diatriba anti-inmigrante apuntó sus disparos contra los mejicanos, es fácil colegir que se estaba también refiriendo a todos los hispanos en general, incluyendo a los cubanos, aunque estos piensen que los insultos no iban con ellos.
Digo así porque buena parte de los cubanos que viven en Estados Unidos no se consideran hispanos, sino más bien una raza aparte que nada tiene que ver con el resto de los latinoamericanos, puesto que gozan de ciertos privilegios migratorios concedidos por razones especiales de tipo político como es el caso de la llamada “Ley de Ajuste Cubano” que les permite obtener la “Residencia Permanente” al año y un día de haber ingresado a territorio norteamericano, sin otro requisito que el de ser un nacional cubano y no un extranjero de otro país del mundo.
Tal privilegio les hace creer a muchos de nuestros compatriotas que las palabras de Donald Trump contra todos los hispanos no les toca a ellos, cuando en realidad para el racista aspirante a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano todos los hispanos son “indios con levita” a lo que se añade en cuanto a los cubanos, que el que no tiene de Congo tiene de Carabalí. ¿Es que no se acuerdan de aquellos de…….. ¿Y tu abuela dónde está?
El hecho de que en las encuestas de preferencias Donald Trump aparezca en el primer lugar entre todos los aspirantes presidenciales del Partido Republicano, nos hace pensar que buena parte de los norteamericanos que simpatizan con ese Partido son por igual tan racistas y anti-hispanos como lo es Donald Trump.
Es bueno saber que el prejuicio racial lo tiene y determina el que discrimina y no el discriminado. De manera que no importa que los cubanos piensen que lo de Donald Trump no va con ellos cuando en realidad para los racistas todos los hispanos ya sean mejicanos, venezolanos, centroamericanos, cubanos, estamos para ellos en un mismo saco .
Por suerte el racismo en Estados Unidos, en cuanto al terreno político se refiere, se ha ido concentrando en el Partido Republicano, especialmente en su ala más reaccionaria en el que lamentablemente buena parte de ese sector es de origen cubano.
Esto se me parece al cuento del mulato blanconazo que pretendió entrar en un Club aristocrático de La Habana en los años 40 del pasado Siglo XX y fue rechazado de manera categórica, a pesar de su dinero y grandes influencias.
El racismo es más o menos igual en todas partes. Y si algunos cubanos que viven en Estados Unidos piensan que para los racistas norteamericanos nosotros somos “ arios, blancos de ojos azules”, que no se hagan ilusiones. Para ellos todos somos “mejicanos”, aunque ese cubano lleve en sus venas sangre judía ruso-polaca y se llame Max Lesnik.
Fuente: Radio Miami
Video: America Teve