Una vez más, como el Maine, Pearl Harbour, el asesinato de Francisco Ferdinando... repiten guión. ¿Cuánto espías son asesinados a lo largo del año? Muchos probablemente. Pero esas muertes no pueden ser motivo para declarar un guerra mundial. Se les acabó el guión, señores, porque ya lo conocemos.
La implicación de Tillerson en esta trama es la causa de su cese fulminante. Mientras que su sucesor, Mike Pompeo, parece ser de los "buenos" de la CIA. Ojalá sea cierto lo que parece.
Cuatro días para declarar una guerra fría
por Thierry Meyssan La semana pasada fue extraordinariamente rica en acontecimientos. Pero ningún medio de difusión fue capaz de reportarlos porque todos escondieron deliberadamente ciertos hechos para proteger la narración que su gobierno hacía de ellos. Londres trató de provocar un conflicto de gran envergadura. Pero perdió ante Rusia, Trump y Siria.RED VOLTAIRE | DAMASCO (SIRIA) | 20 DE MARZO DE 2018
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- Aunque su ejército es el cuarto del mundo, el Reino Unido no puede darse el lujo de desafiar a Rusia sin tener aliados. Londres está por lo tanto obligado a inventar un casus belli y a provocar una reacción de sus aliados para llevarlos a exponerse junto al Reino Unido.
12 de marzo de 2018
El Ejército Árabe Sirio ocupa en la Ghouta dos laboratorios de armas químicas –el primero, el 12 de marzo, en la localidad de Aftris y el segundo, al día siguiente, en Chifonya. Mientras tanto, la diplomacia rusa trata de que la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) se implique en la investigación criminalística sobre el incidente de Salisbury. En Londres, ante la Cámara de los Comunes, la primera ministra británica, Theresa May, acusa violentamente a Rusia de haber ordenado el atentado de Salisbury. La señora May afirma que el ex doble agente Serguei Skripal y su hija Yulia fueron envenenados con una sustancia militar neurotóxica «desarrollada por Rusia» bajo el nombre de «novichok». Dando por sentado que el Kremlin ve a los rusos desertores como blancos legítimos, la señora May declara que es altamente probable que la orden para cometer el crimen haya salido de allí. El novichok se conoce a través de lo que han revelado dos personalidades soviéticas, Lev Fiodorov y Vil Mirzayanov. En julio de 1992, el sabio Fiodorov publicó en el semanario ruso Top Secret (Совершенно секретно) un artículo donde alertaba contra el uso –por parte de los occidentales– de armas concebidas en la Unión Soviética. Fiodorov estimaba que los occidentales podían sentirse tentados a utilizar esas armas para destruir el medio ambiente en Rusia y convertir ese país en un lugar donde fuese imposible vivir. En octubre de 1992, Lev Fiodorov publicó en Novedades de Moscú (Московские новости) un segundo artículo, teniendo como coautor a Vil Mirzayanov, un responsable del contraespionaje, para denunciar la corrupción de varios generales y revelar que esos altos militares estaban traficando con novitchok. Pero Fiodorov y su coautor ignoraban a quién podían estar vendiendo esa sustancia. Mirzayanov fue arrestado por alta traición y posteriormente liberado. Fiodorov falleció en Rusia en agosto de 2017, pero Mirzayanov vive exiliado en Estados Unidos, donde colaboró con el Departamento de Defensa.- El ex oficial del contraespionaje ruso Vil Mirzayanov desertó yéndose a Estados Unidos. Hoy tiene 83 años y comenta el caso Skripal desde Boston.
13 de marzo de 2018
El ministerio de Exteriores ruso publica un comunicado condenando una posible intervención militar de Estados Unidos y anunciando que si algún ciudadano ruso resulta afectado en Damasco, Moscú responderá de manera proporcional ya que el presidente de la Federación Rusa es responsable de la seguridad de sus conciudadanos. Evadiendo la vía diplomática normal, el general Valery Guerasimov, jefe del estado mayor ruso, se pone en contacto con su homólogo estadounidense, el general Joseph Dunford, para ponerlo al tanto sobre sus temores de que se produzca un ataque químico del tipo false flag (bandera falsa) en la Ghouta. El general Dunford toma el asunto muy en serio y avisa al secretario de Defensa, el general Jim Mattis, quien a su vez transmite la información al presidente Donald Trump. Ante la seguridad de los rusos de que este golpe bajo se prepara a espaldas del Pentágono, la Casa Blanca solicita al director de la CIA, Mike Pompeo, que identifique a los responsables del complot. No sabemos el resultado de esa investigación interna pero, en todo caso, el presidente Trump adquiere la convicción de que su secretario de Estado, Rex Tillerson, está implicado. Tillerson recibe de inmediato órdenes de interrumpir su viaje oficial a África y regresar a Washington. Theresa May escribe al secretario general de la ONU acusando a Rusia de haber ordenado el atentado de Salisbury y solicitando una reunión urgente del Consejo de Seguridad. Sin esperar respuesta, la primera ministra británica expulsa a 23 diplomáticos rusos.- Publicado mes y medio antes del atentado de Salisbury, este libro de Amy Knight presenta lo que va a convertirse en la tesis del MI5 británico, aunque la autora confiesa que no tiene ninguna prueba de lo que afirma.
- Rex Tillerson, ex presidente de la transnacional más grande del mundo, ExxonMobil, se creía intocable. Para su gran sorpresa, Donald Trump lo “despidió” de manera fulminante. Tillerson se puso al servicio del mundo anglosajón pero Trump lo considera un traidor a su país.
Al igual que Londres y que el Estado Profundo estadounidense, Tillerson creía útil demonizar a Rusia para consolidar el poder de los anglosajones dentro del bando occidental;
al igual que Londres, Tillerson pensaba que para mantener el colonialismo occidental en el Medio Oriente había que favorecer al presidente iraní Hassan Rohani en contra del Guía de la Revolución, el ayatola Khamenei. Por eso respaldaba el acuerdo 5+1;
al igual que el Estado Profundo estadounidense, Tillerson consideraba que el acercamiento de Corea del Norte a Estados Unidos debía mantenerse en secreto y ser utilizado para justificar un despliegue militar, dirigido en realidad contra China. O sea, Tillerson era favorable a la apertura oficial de conversaciones con Pyongyang, pero se oponía a un encuentro entre los dos jefes de Estado.
14 de marzo de 2018
Washington todavía se encuentra en estado de shock cuando Theresa May interviene nuevamente ante la Cámara de los Comunes para desarrollar su acusación, mientras los diplomáticos británicos en todo el mundo hacen uso de la palabra en numerosas organizaciones intergubernamentales para transmitirles el mensaje de Londres. “Respondiendo” a la primera ministra, el diputado Chris Leslie –miembro de la corriente de Tony Blair– califica a Rusia de Estado renegado y pide que se suspenda el estatus de Rusia como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. Theresa May se compromete a analizar la cuestión, aunque subraya que esa decisión sólo puede tomarse en la Asamblea General de la ONU, para evadir el veto ruso en el Consejo. El Consejo del Atlántico Norte –instancia suprema de la OTAN– se reúne en Bruselas a solicitud del Reino Unido. Los 29 Estados miembros de la OTAN vinculan el uso de armas químicas en Siria con el atentado de Salisbury y consideran a Rusia «probablemente» responsable de ambas cosas.- Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, y la representante permanente del Reino Unido, Sarah MacIntosh, ante el Consejo del Atlántico Norte. Sarah MacIntosh fue directora de Asuntos de Defensa e Inteligencia en el ministerio británico de Exteriores, puesto que ahora ocupa Jonathan Allen, actual encargado de negocios británico en la sede de la ONU.
15 de marzo de 2018
El Reino Unido publica una declaración común, firmada el día anterior junto a Francia y Alemania, y por Rex Tillerson, quien todavía era secretario de Estado de Estados Unidos. El texto se hace eco de las sospechas británicas, denuncia el uso « de un agente neurotóxico de calidad militar, de un tipo desarrollado por Rusia» y afirma que es «altamente probable que Rusia sea responsable del ataque». El Washington Post publica una tribuna del ministro británico de Exteriores Boris Johnson mientras que el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, adopta nuevas sanciones contra Rusia. Esas sanciones no están vinculadas al asunto de Salisbury sino a las alegaciones de injerencia en la vida pública estadounidense. Sin embargo, el decreto cita el atentado de Salisbury como prueba de las pérfidas intenciones de Rusia. Gavin Williamson, el joven secretario de Defensa británico, declara que después de la expulsión de sus diplomáticos, Rusia tendrá que «cerrar el pico» (sic). Es la primera vez desde el fin de la Segunda Guerra Mundial que un dirigente de un Estado miembro permanente del Consejo de Seguridad utiliza ese tipo de vocabulario contra otro Estado miembro de ese Consejo. El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, comenta: «Es un joven encantador. Seguramente quiere ganarse un lugar en la historia haciendo declaraciones chocantes (…) Quizás le falta educación.»- El Reino Unido nunca ha vacilado, a lo largo de su historia, en traicionar su palabra para imponer sus intereses. Así se ganó la clásica apelación de «pérfida Albión», en referencia al nombre en latín de Inglaterra.
Conclusión
En cuatro días, el Reino Unido y sus aliados han sentado las premisas de una nueva división del mundo, de una guerra fría. Pero Siria no es Irak y la ONU no es el G8 –grupo del que Rusia se vio excluida luego de la adhesión de Crimea a la Federación Rusa y del respaldo ruso a Siria. Estados Unidos no destruirá Damasco y Rusia no será excluida del Consejo de Seguridad de la ONU. Luego de retirarse de la Unión Europea y de haberse negado a firmar la declaración que proponía China sobre la ruta de la seda, el Reino Unido creyó realzar su imagen eliminando a un competidor. Con esta sucia maniobra, Londres creyó poder alcanzar una nueva dimensión y convertir el Reino en la «Global Britain» que la señora May anunciaba. Lo que ha logrado es destruir su propia credibilidad. Thierry Meyssan <:ver_imprimer:>" class="" />Thierry Meyssan
Intelectual francés, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: De la impostura del 11 de septiembre a Donald Trump. Ante nuestros ojos la gran farsa de las "primaveras árabes"(2017). Los «rebeldes moderados» de la Ghouta
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