Revista Opinión

Tryp las matas (las matas - madrid)

Por Candreu

TRYP LAS MATAS (LAS MATAS - MADRID)
TRYP LAS MATAS (***)
Urb. Las Matas
Calle de Martín Iriarte 2A,
28000 Madrid
Telf: 916.026.500
Fax: 916.301.233
[email protected]
www.solmelia.es
Habitación: 130
Fecha de Entrada: 14/10/2009
Tarifa: 59€ (Alojamiento y Desayuno Buffet)
Al pié de la Carretera de La Coruña, pero más al pié de la línea férrea que une Madrid con los municipios que le rodean por la zona Norte la cadena Tryp gestiona un hotel alojado en un edificio de ladrillo caravista con tiendas y restaurantes en sus bajos. En horas punta de trabajo resulta casi imposible acceder en coche hasta el hotel dada la concentracion de vehículos aparcados alrededor de la estación en los lugares más inverosímiles, haciéndose necesario el uso del parking.
Tras la puerta de cristal accedemos a la recepción. Amplia, sobriamente decorada sin estridencias, fríamente iluminada y dividida en tres zonas. A la derecha apenas seis mesas y una barra hacen las veces de cafetería y salón de desayunos. A la izquierda una zona de sofás y sillas de espera que llega hasta el ascensor y justo enfrente un correcto mostrador de madera oscura decorado con algunas plantas.
Llegamos tarde y el recepcionista está atendiendo a otro cliente. Acaba pronto con él y llega nuestro turno. Nos trata cordialmente con simpatía y sobre todo rapidez. Dice que ya tiene todos nuestros datos (siempre los enviamos al hacer la reserva), así que será otro de los que Rubalcaba detendrá según las opiniones de anónimos y sufridos visitantes de este blog que al parecer conocen al dedillo la legislación vigente y los protocolos de los libros de procedimientos pero que quizá sepan menos de tratar al cliente como un auténtico huésped. Sorprende que aunque lleva todo el uniforme reglamentario nos recibe en botas de trekking. Quizá está preparado para terminar el turno, o acaba de llegar y no le ha dado tiempo a cambiarse del todo. Nos entrega la llave y por un ascensor grande, nuevo aunque algo ruidoso subimos a nuestra planta.
Tras el elevador encontramos un gran vestíbulo en el que se han dispuesto algunas máquinas de bebidas, bocadillos y objetos de aseo personal. Todas ellas enmarcadas en madera sobre un suelo de poderosa moqueta rojizo y con varios sofás para disfrutar de la bebida en compañía y tertulia.
Tras la puerta de la habitación esta se abre en forma de U. A la derecha hay un salón, a la izquierda el dormitorio y de frente el baño. La madera clara del suelo da sensación de luminosidad y limpieza, aunque las luces, que son suficientes, son excesivamente frías. En la zona del salón encontramos un confortable sofá frente al que se ha dispuesto un larguísimo y amplísimo escritorio que alberga además de la televisión el minibar. Hay enchufes para poder conectar el portátil aunque el wifi del hotel es de pago. La decoración de esa zona responde a los estándares de la cadena: paredes en color crema y cuadros de tonos de suaves.
Junto a la puerta del dormitorio encontramos el armario ropero. Bien vestido, generoso y de puertas correderas de espejo. Y a continuación el dormitorio. Con dos camas presentadas bajo un cabecero corrido de madera oscura y vestidas con sábanas y colchas completamente blancas. El colchón resulta un poco duro y las sábanas presentan la aspereza típica del trato industrial en el lavado. Aún así todas esas contingencias no son las más graves a la hora de conseguir descansar.
Sobre las mesillas luces de noche algo más cálidas que los focos del techo y enchufes para el móvil y el portátil. Un galán de noche completa el juego de mobiliario en esa zona. El aire acondicionado, de sencillo display, funciona a la perfección y de modo silencioso en toda la estancia. Sin embargo la insonorización de la habitación deja bastante que desear. Se escucha demasiado el pasillo y las habitaciones contiguas. Y sobre todo el pesado paso de los trenes especialmente a partir de las 6 de la mañana. Las poderosas cortinas, el foscurit cuidado y las vistas a un estrecho patio interior hacen que la luz exterior apenas moleste en la habitación, pero una luz de emergencia situada sobre la puerta y casi enfrente de la cama molesta más de la cuenta.
El baño es nuevo. Mármol marrón claro por todos los sitios y suelo de agradable gres del mismo tono. Inodoro, lavabo y bañera protegida con una mampara de cristal. Espectaculares resultan el caudal, presión y temperatura de la grifería, así como el juego de lencería con el logotipo de la cadena grabado en él.
El set de amenities ofrece set dental, de afeitado y gorro de ducha. Jabón, gel y champú se ofrecen desde unos botes de Dove anclados a la pared. Fantástico producto pero de diseño poco brillante.
Por la mañana en recepción la despedida resulta agradable. Nos pregunta por el minibar, claro, pero antes pregunta por nuestro descanso, y nos indica que ahí al lado podemos desayunar mientras ella preparará nuestra factura y cobrará con nuestra tarjeta. El buffet del desayuno es muy muy cortito. Se presenta sobre una barra de bar de unos dos metros de largo: zumo de naranja, algo de embutido, donuts y otras piezas de bollería. Agua y un café sorprendentemente correcto. Todo ello servido por uno mismo en unas mesas cubiertas con manteles individuales de papel, y servilletas del mismo material. Mientras tanto, leemos la prensa que se ofrece y recibimos la despedida de la recepción con la factura en un sobre.
Calidad/precio: 7
Servicio: 8.5
Habitación: 5.5
Baño: 8.5
Estado conservación: 7.5
Valoración General: 7


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