¡Hola!
El tema propuesto para esta semana por el blog The Broke and the Bookish, del que Top Ten Tuesday es sección original, era "Top ten books for readers who like..." y dejaban a cada uno elegir su tema principal.
Después de pensarlo mucho, porque se me ocurrían muchísimos temas pero ninguno terminaba de entusiasmarme, he elegido centrarme en novelas cortas. En un principio iban a ser sólo clásicos pero he decidido ampliar el margen de tiempo y así poder hacer un paseo por la historia de la literatura.
Así que, cuando necesitéis una lectura breve, aquí tenéis algunas ideas:
(Orden por fecha de publicación)
- Canción de navidad, de Charles Dicken (1843) / 142 páginas
Quizás no todo el mundo lo ha leído pero, ¿quién no ha escuchado hablar sobre el fantasma de las navidades futuras?
Canción de Navidad (A Christmas Carol), el más famoso de los relatos navideños de Charles Dicken nos envía un mensaje de hermandad humana a través de las vicisitudes de Scrooge, un viejo avaro que es visitado por el espectro de su antiguo socio Marley, y conminado por éste a revisar los actos de su vida. El fantasma lo lleva a conocer su pasado, su presente, y las consecuencias que el futuro, de no cambiar su actitud, le deparará.
- Asesinato en el Orient Express, de Agatha Christie (1934) / 272 páginas
Un clásico de Agatha Christie que, si no has leído, te recomiendo hacerlo. En un lugar aislado de la antigua Yugoslavia, en plena madrugada, una fuerte tormenta de nieve obstaculiza la línea férrea por donde circula el Orient Express. Procedente de la exótica Estambul, en él viaja el detective Hercule Poirot, que repentinamente se topa con uno de los casos más desconcertantes de su carrera: en el compartimiento vecino ha sido asesinado Samuel E. Ratchett mientras dormía, pese a que ningún indicio trasluce un móvil concreto. Poirot aprovechará la situación para indagar entre los ocupantes del vagón, que a todas luces deberían ser los únicos posibles autores del crimen. Una víctima, doce sospechosos y una mente privilegiada en busca de la verdad.
- El principito, de Antoine de Saint-Exupéry (1943) / 111 páginas
Este es uno de esos libros que todo el mundo lee de pequeño aunque yo creo que no lo leí hasta ya más mayor, y desde entonces se ha convertido en una de mis historias preferidas.
El principito es un cuento poético que viene acompañado de ilustraciones hechas con acuarelas por el mismo Saint-Exupéry.En él, un piloto se encuentra perdido en el luego de que su avión sufriera una avería, pero para su sorpresa, es allí donde conoce a un pequeño príncipe proveniente de otro planeta. La historia tiene una temática filosófica, donde se incluyen críticas sociales dirigidas a la «extrañeza» con la que los adultos ven las cosas. Estas críticas a las cosas «importantes» y al mundo de los adultos van apareciendo en el libro a lo largo de la narración.
A pesar de que es considerado un libro infantil por la forma en la que se encuentra escrito, también posee observaciones profundas sobre la vida y la naturaleza humana.
- El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger (1951) / 272 páginas
Lo considero mi libro favorito y creo que todo el mundo debería leerlo alguna vez. Las peripecias del adolescente Holden Cauldfiel en una Nueva York que se recupera de la guerra influyeron en sucesivas generaciones de todo el mundo. En su confesión sincera y sin tapujos, muy lejos de la visión almibarada de la adolescencia que imperó hasta entonces, Holden nos desvela la realidad de un muchacho enfrentado al fracaso escolar, a las rígidas normas de una familia tradicional, a la experiencia de la sexualidad más allá del mero deseo
- El viejo y el mar, de Ernest Hemingway (1952) / 127 páginas
El viejo y el mar es uno de los relatos más bellos jamás escritos. Un viejo pescador emprende su última travesía de pesca y lograr dar con una gran pieza contra la que tendrá que luchar duramente. Cuando por fin consiga matarla, se verá obligado, por su desmesurado tamaño, a atarla a un costado de la barca, y de regreso a l a costa tendrá que afrontar los ataques de los tiburones a su pieza. La vejez, el mar, la lucha del hombre con la naturaleza, el esfuerzo físico, la derrota y la victoria, el sol del trópico o el destino son algunos de los elementos con que Hemingway teje esta verdadera historia inmortal.
- Desayuno en Tiffany's, de Truman Capote (1958) / 156 páginas
Desayuno con diamantes, con la maravillosa Audrey Hepburn, es una de mis películas favoritas, y esta novela de Truman Capote es la historia en la que se basó. Atractiva sin ser guapa, tras rechazar una carrera de actriz en Hollywood, Holly se convierte en una estrella del Nueva York más sofisticado; bebiendo cócteles y rompiendo corazones, parece ganarse la vida pidiendo suelto para sus expediciones al tocador en los restaurantes y clubes de moda, y vive rodeada de los tipos más disparatados, desde un mafioso que cumple condena y al que visita semanalmente, hasta un millonario caprichoso de afinidades nazis, pasando por un viejo barman secretamente enamorado de ella. 156 páginas.
- James y el melocotón gigante, de Roald Dahl (1961) / 178 páginas
Este es uno de los libros que más recuerdo de cuando era pequeña y quizás el que me hizo adentrarme en el mundo de Roald Dahl y enamorarme de sus historias.
James es un niño huérfano que vive con dos tías muy severas que le hacen la vida imposible.Pero un día, un extraño personaje le regala un cucurucho de bolitas mágicas que hacencrecer sorprendentemente al viejo melocotonero del patio.Montado en un melocotón gigante, James inicia un viaje fascinante por el mundo entero...
- El Superzorro, de Roald Dahl (1970) / 96 páginas
Esta es otra maravilla de Roald Dahl cuya existencia en libro descubrí a raíz de la adaptación cinematográfica que hicieron. El encargado de llevarla al cine fue Wes Anderson, un director del que no me pierdo ningún trabajo. El resultado fue una preciosa película en stop motion con unas imágenes únicas.
Un valle, tres granjas, tres malvados granjeros y un bosque.... Y en él don Zorro, quien, con gran astucia, será capaz de enfrentarse con éxito a los vicios y malas costumbres de algunos humanos.
- La gallina que soñaba con volar (2014) / 144 páginas
Y para terminar el top ten os traigo dos libros que leí el año pasado. El primero es esta fábula moderna de animales de origen coreano.
La gallina que soñaba con volar es un clásico contemporáneo, una fábula conmovedora que habla de amor, esperanza, lealtad y, sobre todo, libertad.Esta es la historia de una gallina ponedora llamada Brote. Desde su jaula, ansía escapar a la libertad del corral y cumplir sus sueños. En su búsqueda de la felicidad, Brote se en frentará al miedo a lo desconocido, al rechazo de los demás animales y al peligro que conlleva recorrer su propio camino.
- Una madre, de Alejandro Palomas (2014) - 248 páginas
El retrato de una ciudad acogedora y esquiva a partes iguales, de una familia unida por los frágiles lazos de la necesidad y del amor y la mirada única de una mujer maravillosa en un momento extraordinario.Faltan unas horas para la medianoche. Por fin, después de varias tentativas, Amalia ha logrado a sus 65 años ver cumpli do su sueño: reunir a toda la familia para cenar en Nochevieja. Una madre cuenta la historia de cómo Amalia entreteje con su humor y su entrega particular una red de hilos invisibles con la que une y protege a los suyos, zurciendo los silencios de unos y encauzando el futuro de los otros. Sabe que va a ser una noche intensa, llena de secretos y mentiras, de mucha risa y de confesiones largo tiempo contenidas que por fin estallan para descubrir lo que queda por vivir. Sabe que es el momento de actuar y no está dispuesta a que nada la aparte de su cometido.Un cartel luminoso que emite mensajes desde una azotea junto al puerto, una silla en la que desde hace años jamás se sienta nadie, una Barcelona de cielos añiles que conspira para que vuelva una luz que parecía apagada, unos ojos como bosques alemanes y una libreta que aclara los porqués de una vida entera; Una madre no es solo el retrato de una mujer valiente y entrañable, y de los miembros de su familia que dependen de ella y de su peculiar energía para afrontar sus vidas, sino también un atisbo de lo que la condición humana es capaz de demostrarse y mostrar cuando ahonda en su mejor versión.