Eso le dijo el piloto Casey Stoner al también piloto Valentino Rossi, cuando este último fue a pedirle disculpas por haberlo embestido y tirado, por error, durante los primeros compases de la carrera de Jerez (en la foto). Me resultó un tanto patético el modo en que el australiano, luciendo sonrisa cínica y golpeando en el hombro con maldad (al mismo tiempo le preguntaba qué tal su lesión en el mismo), aceptaba las disculpas del italiano. Valentino, con el casco aún puesto y el ruido de los motores de fondo, no oyó bien lo que le dijo Casey, pero si lo llega a oír estoy seguro que hubiese tenido una respuesta rápida e ingeniosa para replicar a la poética y lapidaria frase de Stoner. Una frase que estuvo pensando durante los cuarenta minutos de carrera que se perdió y que probablemente encontró en Google o en Wikiquotes. Lo curioso del caso, o lo paradójico, más bien, es que Casey se me antoja mejor ejemplo de lo que significa tener más ambición que talento que Valentino. No obstante, la frase de "Shakespeare" Stoner me hizo pensar que esta sentencia es más aplicable al mundo de la literatura que al de las motos; si no tienes talento para pilotar, no puedes estar en Moto GP, pero si no tienes talento para escribir, no es difícil que publiques un bestseller.
Nos vemos en el Sacacorchos.