Tu Guerra Santa

A pesar de el texto ser sobre Guerra Santa, no tiene nada que ver con el conflicto religioso y político entre judíos y musulmanes. Hasta porque, no hay nada de santo en una guerra que provoca la muerte de tantos civiles inocentes, principalmente, si se usan en vano el nombre de Dios para justificar actos homicidas. Como se acecha, el título del texto es “Tu Guerra Santa”, o sea, la batalla cotidiana que cada individuo de este planeta enfrenta a diario, pues no hay nada más santo en este mundo de lo que luchar para salvarse.

“Matamos un león por día para sobrevivir”. Sin embargo, tal vez se mate también caimanes y otros animales, pues vivimos en un mundo de fieras, donde, por regla los más fuertes y/o más preparados vencen a los débiles y/o menos preparados para la vida, en la labor, en el amor, en los estudios, donde hubiera dificultades, preocupación, tristeza, muchas veces, siendo obligados a enfrentar desafíos, como la enfermedad y la muerte.Otro día, yo estuve en un de compras, conmemorando los cumpleaños de una amiga. De pronto, ella va hacia un hombre que estaba sentado en un patín para saludarlo. Después, yo supe que él era discapacitado, pero lo que me ha llamado más la atención es que él era muy esforzado y que tenía dos empleos. Además, que él gastaba todo su dinero con las mujeres. Instintivamente, mi mente maliciosa se preguntó cómo un hombre en sus condiciones físicas conseguía hacer “algo” en la cama. Entonces, mi amiga me dijo que para todo en esta vida había una salida. Con eso, comprendí, que muchas veces, nos quejamos demasiado de las cosas, y sin necesidad. Y, que si mirásemos a nuestro alrededor veríamos gente con mucho más problemas que los nuestros, y aun así no se lamentaban. ¡Por el contrario, eran buenos ejemplos de superación de las dificultades!Una amiga de mi hermana tiene un hijo que ha nacido perfecto (saludable). Algunos meses después, el niño estuvo enfermo, tuvo fiebre, y se ha quedado ciego. Además, su cuerpo no se ha desarrollado mucho, a causa de una parálisis infantil. Actualmente, él debe de tener unos 20 años. Su madre sufrió mucho, porque estaba divorciada del marido – que nunca más apareció – y ha creado sola a su hijo. A pesar de los problemas ella lo cuidó muy bien, y también no dejó de vivir. El único consuelo de aquel joven preso en una cama es escuchar música.Muchas personas viven en las calles, porque no tienen donde vivir, tienen el hambre, sed, frío y son rechazadas por la propia sociedad donde subsisten. Probablemente, muchas de ellas ya deben de haber perdido la esperanza en Dios y en la vida, porque a ellas el sufrimiento les parecen eterno.Conocí a una señora, que vivía en una chabola de Río de Janeiro, que estaba en la puerta de su casa, cuando de pronto un tiro le mutiló el pie, que aún continuaba junto a su pierna apenas por la piel. Luego, su familia le llevó a un hospital, para intentar salvarla. Sin embargo, nunca se supo quién dio el disparo. Ella no era criminal y era muy trabajadora. Infelizmente, el hecho le ha impedido de continuar trabajando como empleada doméstica, su medio de vida. Lo bueno es que ella no dejó que su tragedia le abatiera a su estado de espíritu. Actualmente, ella usa un pie mecánico y ya camina por la vecindad.Todas las personas tienen problemas. Eso no es un privilegio de los pobres. Sin embargo, para todo en esta vida hay un confort, un consuelo, o mejor diciendo, una compensación. Dicen – no sé quien dijo eso – que los sufrimientos de un individuo son de acuerdo con su capacidad para soportarlos.Muchas guerras ocurren dentro del ser humano, por ejemplo, las de alguien que lucha contra su vicio del alcoholismo, de las drogas, alguna manía o comportamiento raro, incluso, los que luchan contra la propia homosexualidad, porque tienen miedo de enfrentar la familia, empezando por ellos/ellas mismos/as, entre otras cosas. Generalmente, en esos casos los familiares más cercanos también sufren junto a esas personas.La guerra del ser humano ya comienza desde niño. Por ejemplo, al intentar superar el miedo a fantasmas, cocos etc. Tal vez, se puede decir que la lucha haya iniciado en la fecundación, cuando Tú tienes que disputar con millones de espermatozoides una carrera para llegar primero al útero de su madre, y así recibir el pasaporte para la vida. Además, cuando tienes que superar las posibles dificultades del parto. Muchos bebés no consiguen salir de la manera natural, siendo necesario hacer un parto cesariano, o entonces, el médico intenta quitarlo por la cabeza. Hay personas que nacen con ciertas enfermedades. Muchas veces, la batalla de ese ser inocente es contra el tiempo, en búsqueda de un trasplante de órgano.

Buda, cuando ha establecido las Cuatro Nobles Verdades, dijo que todo el ser humano estaba destinado a sufrir, y que eso sólo acontecía, porque existía el deseo. Solamente, cuando nos fuéramos capaces de liberar de nuestras voluntades mundanas es que nos podríamos acercar del Nirvana (el más alto grado de elevación espiritual). Es simplemente imposible vivir sin desear algo, porque es eso que nos alimenta, da esperanza y un sentido a nuestra existencia. Uno es capaz de querer un buen empleo, pero esto no significa que quiere ser rico, pero tener dinero para comprar todo lo que desear. También se anhela casar con determinada persona, por ejemplo. Luchamos, cuando intentamos tornar nuestros sueños en realidad, y cuando los logramos, los deseos se elevan, conforme explica la pirámide de Maslow que, demuestra que las primeras necesidades son: las ropas, alimento, agua, sexo etc. Pero nunca llegaremos a la cima, aunque nos esforcemos, pues nuestros deseos no son tan distinto de los demás, y ellos nacen instintivamente a partir de nuestras necesidades. Por eso, estamos en una “guerra santa”.