Tu jefe no vale ni para tacos de escopeta.

Y sin haberlo planificado, parece que esta entrada complementa perfectamente la de ayer, así que si todavía no te ha quedado claro si tu jefe no sabe a tocino aunque lo unten, aquí tenemos otras diez señales para que tengas claro que tu jefe no vale ni para tacos de escopeta.

Según nuestros amigos de equipos&talento y basándose en un artículo publicado en la revista Forbes, estos serían los 10 signos que nos van a dar las pistas suficientes de si trabajamos para un mal jefe. Yo voy a comentar los que más rabia me dan a mí personalmente, aunque estoy seguro que a muchos de nosotros, ni falta que nos hace ya más pistas para saber de qué pie cojea el nuestro, ¿verdad?

Señales a tener en cuenta:

Dice cosas como "Me gusta la idea, pero no voy a llevarla a cabo". Prefieren evitar nuevos acontecimientos aunque eso suponga hacer lo correcto.

O mucho peor, diría yo, tienen pánico a salir de sus despachos, de sus zonas de confort, no vaya a ser que se les vea el plumero.

Habla mal de personas de su entorno a sus espaldas.

Incapaces de reconocer el mérito de sus colaboradores (súbditos en su jerga) y no contentos con lapidar sus éxitos para que no se conozcan, hablarán mal de ellos para que no haya ninguna duda de que los únicos brillantes en su organización son ellos.

No tiene aspiraciones ni un plan para su carrera profesional y su único objetivo es mantener su puesto de trabajo.

Esto es más de lo mismo. Si no saben ni quieren tirar adelante con ideas o proyectos novedosos para el bien de la organización, en parte es porque no son capaces de ver que esto también les impulsará en sus carreras y motivaciones profesionales. Virgencita, virgencita... que me quede como estoy!

Lo dicho, estás son las 3 que ahora mismo más me aprietan el zapato, pero cualquiera de las 10 señales del artículo original os darán buena cuenta de qué tipo de jefe os toca sufrir en vuestras organizaciones.