Nadie en el mundo va a darte tu lugar si tú no lo ocupas primero.Al que elige con firmeza su papel, nadie le dicta el libreto ni le señala cuando debe entrar o salir; sólo tú eres el director, guionista y protagonista de tu historia.No importa tanto en realidad si eres un actor secundario en la obra de otros; lo esencial es que seas el actor principal en la tuya, y también el redactor de tu libreto.
Es irrelevante el tiempo asignado a tu papel, siempre será el necesario para tu participación; pero cuida de no equivocarte de escenario: el tuyo es aquél en el que se juega tu suerte.
No la de otro, por apasionantes que puedan parecer los libretos ajenos.Esto tiene que ver con la elección consciente de tu libertad en todos los niveles, que te llevará siempre a negarte a la aceptación de ese papel que muchos asumen para descansar de sus obligaciones: que es el de víctima.
Indaga profundamente en tu interior cuál es tu si-no, cuáles son tus talentos, cuáles los lenguajes con los que ansías expresarte, y luego actúa.
Cambia, amplía tu experiencia, pruébate en cosas nuevas, ensaya algo distinto, en tu trabajo, en tus pasatiempos, en la forma de vincularte con los demás, en el modo de amar a Los que amas.
Vía Un Puente a la Amistad