Revista Coaching
¿Has visto como la naturaleza encuentra su rumbo, a pesar incluso de algo tan duro como el asfalto? A la naturaleza no se le puede detener. Su fuerza brota, su fuerza rompe, su fuerza avanza, su fuerza transforma.Sin embargo, si tomáramos este brote se rompería con solo doblarlo con nuestra mano. Es frágil, puede ser aplastado con facilidad, de manera consciente o incluso puede ser pisado sin intención, sin verlo.Una semilla, esa cosa pequeñita, tiene la fuerza dentro, para lograr romper el asfalto. Pero también tiene la fragilidad para ser destruida. ¿Puedes pensar en ti, en tu vida, como esa semilla? “… Nuestro miedo más profundo no es el de ser inadecuados. Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta.Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, hermoso, talentoso, extraordinario? Más bien, la pregunta a formular es: ¿Quién eres tú para no serlo? Tu pequeñez no le sirve al mundo. No hay nada iluminado en disminuirse para que otra gente no se sienta insegura a tu alrededor.Has nacido para manifestar la gloria divina que existe en tu interior. Esa gloria no está solamente en algunos de nosotros; está en todos y cada uno. Y cuando permitimos que nuestra luz brille, inconscientemente le damos permiso a otra gente para hacer lo mismo. Al ser liberados de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros.”Comparto estas líneas del discurso de Mandela. Nuestra pequeñez NO LE SIRVE AL MUNDO.Seguir siendo una semilla, sin buscar la tierra donde anidar, sin regar la semilla para que rompa, sin cuidar de su espacio quitando las malas hierbas… ¿qué ganamos? ¿qué perdemos? ¿cuántos pierden con nosotros?Imagínate, si Nelson Mandela no hubiera existido. Si Jesús no hubiera existido. Si Alejandro Magno no hubiera existido. Ellos escribieron su nombre en la historia porque sus semillas germinaron, crecieron, brotaron, se transformaron en un árbol frondoso que dio cobijo, alimento, madera a miles, millones de personas…Podemos quedarnos… con solo salir de la semilla. Pero podemos regalarnos y regalar a los demás el sobre salir, el ser faro en la oscuridad, el ser mentor de otro ser humano, el ser la luz que les mueve a brillar.¿Puedes pensar en ti, en tu vida, como esa semilla? Tu vida, tus metas, tus logros son los frutos que cosecharás si dejas salir la fuerza que tienes por naturaleza. Si te comprometes a seguir esos objetivos que te mueven, que te impulsan, que te hacen empujar con tanta fuerza como para romper el asfalto. Habrá momentos duros. Habrá días malos pero también días buenos. Habrá quien te pise sin querer, sin intención de hacer que no logres tus metas, y habrá quien por el motivo que sea se interponga en tu progreso. Sigue adelante. Tu pequeñez no le sirve al mundo. No le sirve al mundo y a ti te mantiene en una vida donde sientes que puedes lograr más. Te mantiene encerrado dentro de esa semilla, sin poder demostrarte que eres capaz de ser un hermoso árbol. Esa fuerza está en ti. Esa maravillosa capacidad para lograr sobresalir entre los árboles "del montón" está en ti. Eres la fuerza de esa semilla. El terreno fértil es algo que nos toca a nosotros procurarle a nuestra semilla. El agua y el sol, el alimento que "motive" a nuestra semilla a romper y brotar es algo que nos compete a nosotros. No te rindas. Recupera las Riendas de Tu Vida. Viki MorandeiraTu Coach PersonalTalleres ONLINE. Cambia tu Vida, Hoy Mismo. Retoma las Riendas de tu Vida. Mejora tus resultados personales, laborales. Mejora tus relaciones.