Una compañera de trabajo me envía esta misma semana uno de esos correos electrónicos que circulan frecuentemente en la red. Este, sin embargo, me ha llamado mucho la atención. Dice así:
Esta es una carta que escribe una farmacéutica, sobre el chollo que tienen los inmigrantes con nuestra Sanidad Pública.
Estimados Compañeros:
Me dirijo a vosotros para explicar lo que está sucediendo en las farmacias españolas.
Creo que es necesario que esto se sepa porque, por lo que he podido comprobar hay una estela de secretismo en relación al tema de la Sanidad Pública y los inmigrantes.
Pasa lo siguiente: Yo soy farmacéutica y en mi oficina de farmacia detecto desde hace varios años ya muchísimas recetas que los inmigrantes ¡¡NO PAGAN!!
Sí, sí, como lo estáis leyendo.
Lo explico: cuando uno de nosotros, Español de toda la vida, va al médico, le extienden una receta con la modalidad de beneficiario normal o beneficiario titular o si está jubilado pensionista titular. Eso quiere decir que se ha cotizado a la Seguridad Social.
Pero los inmigrantes reciben recetas con las modalidades siguientes:
Extranjero titular sin recursos, solicitud de extranjero sin recursos, fármaco gratuito para extranjeros, menor extranjero con fármaco gratuito y lo peor de todo: pensionista extranjero fármaco gratuito mayor de 64 años. Esta última modalidad quiere decir que estos inmigrantes se traen a sus ancianos a recibir atención médica y recetas gratuitas pagadas por nosotros los españoles.
Por otra parte se llevan gran cantidad de medicamentos comprados en la farmacia o regalados a su país y además se jactan de ello.
Daré más datos: yo resido en Majadahonda, Madrid y de lo que estoy hablando lo veo cada día aquí.
Se supone que el Ayuntamiento de Majadahonda es de derechas y el mismo Ayuntamiento está repartiendo vales a moros y sudamericanos para recibir papillas y leches GRATIS y productos de higiene personal GRATIS.
Estos individuos, una vez que me dan el vale, se compran cremas de 50 euros con el dinero que no se han gastado porque según ellos y jactándose, los españoles somos todos tontos.
¡¡Estoy harta!!!
Además me han amenazado muchas veces en mi farmacia, pero muchas, y yo luego con el miedo de salir del trabajo a las 9:30 cuando esta gente sabe dónde trabajo y mi horario.
Es indignante y veo que no podemos hacer nada.
Bueno pues ya sabéis porque a los españoles nos va tan mal en la Sanidad, porque todo se lo dan a estos UnterMenschen, ya lo veis. Y eso por no hablar de los pisos de protección oficial, los comedores escolares, las guarderías….
O sea que yo si tengo un hijo a mí que soy española de toda la vida no me da nadie ni una ayuda y me puedo morir esperando. Para triunfar en España hay que ser moro o sudamericano, no saber hacer la O con un canuto y ser un desecho.Un saludo, Ari.
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Puedo confirmar que todo esto es cierto y que no se habla de ello porque no interesa; respondo a quien esté interesado:
También están los emigrantes españoles, que viven en sudamerica, vienen una vez al año, se hacen toda clase de chequeos, analiticas, pruebas, rehabilitación, cuando a nosotros nos toca esperar turno. Marchan cargados de medicamentos, los revenden y se pagan el viaje para el año siguiente…. ¿qué país aguanta tanto despilfarro? No quieren ahorrar, ahí lo tienen… revisen las pensiones no contributivas y el gasto sanitario.
¡¡PÁSALO!!
Quizás a primera vista pudiese parecer una simple protesta de una trabajdora, pero yo creo que esconde algo más. Esto es lo que respondí a las personas que estábamos incluidas en el mismo envío:
Esta carta desprende un patriotismo rancio espeluznante, un racismo y una xenofobia que no es de recibo… Valgan como ejemplo, expresiones como las siguientes, para nada inocentes (entre paréntesis mis comentarios).
- cuando uno de nosotros, Español de toda la vida (nosotros frente a los otros; con mayúscula y todo…)
- el mismo Ayuntamiento está repartiendo vales a moros y sudamericanos
- O sea que yo si tengo un hijo a mí que soy española de toda la vida no me da nadie ni una ayuda y me puedo morir esperando. Para triunfar en España hay que ser moro o sudamericano, no saber hacer la O con un canuto y ser un desecho (a los españoles de toda la vida se les dan ayudas si les corresponden y están estipuladas; sí, siempre ha existido, existe y seguirá existiendo la picaresca… ¿no conocemos personas que trabajan en la economía sumergida para no perder una subvención de Bienestar social?, ¿o quien alquila su vivienda habitual y posteriormente se desgrava por ella?, ¿o quien se ahorra el IVA que engrosaría las arcas del Estado -es decir, detrae dinero de la caja común…?; al fin y al cabo, TODO EL MUNDO LO HACE, ¿no?; otro gallo diferente cantaría si alguna estrella del deporte o de la farándula, autóctona o extranjera, se lleva sus millones a un paraíso fiscal… porque en dicho caso hablamos de un mito… incluso los mitos extranjeros pueden ser tolerables, ¿no?)
Si todo esto es grave siempre (seres humanos por encima de seres humanos por su lugar de procedencia…), lo es más durante épocas de crisis en la que los otros pueden con mucha más facilidad el chivo expiatorio perfecto para cargar con toda la culpa de una situación que no han generado… Es el caldo de cultivo perfecto… como lo fue en el ascenso de Hitler y la masa anónima que lo secundó. ¿Exageración, pensáis? ¿Os ha llamado la atención el único término no-castellano del texto?
UnterMenschen: Untermensch («subhombre» o «subhumano» en alemán) es un término empleado por la ideología nazi para referirse a lo que esta ideología consideraba «personas inferiores», particularmente a las masas del Este, es decir, judíos, gitanos, eslavos, bolcheviques soviéticos o cualquier otra persona que no perteneciese a la «raza aria».
Orígenes del término: Aunque suele considerarse que fue acuñado por los nazis, la expresión «hombre inferior», en el sentido antes mencionado fue utilizada por primera vez por el autor estadounidense Lothrop Stoddard en el título de su folleto de 1922 The Revolt Against Civilization: The Menace of the Under Man. Más tarde, fue aprobada por los nazis en la versión alemana del libro Der Kulturumsturz: Die Drohung des Untermenschen (1925). La palabra alemana untermensch sí se había usado anteriormente —aunque no en un sentido racial—; por ejemplo en 1899, en una novela de Theodor Fontane. Dado que la mayoría de los escritores que emplean el término no abordan la cuestión de cuándo y cómo entró la palabra del idioma alemán (y, por consiguiente, no parecen ser conscientes del término original de Stoddard, «hombre inferior»), untermensch es generalmente traducido al español como «subhumano».
Hasta donde sé, y más allá de situaciones puntuales que no entro a juzgar, hay datos más que de sobra para asegurar que:
-los inmigrantes aportan mucho más al Estado de bienestar de lo que reciben.
-el informe en el que se basa la noticia anterior ha sido recientemente publicado por la obra social de la causa; quien tenga dudas, puede consultar el texto de forma íntegra aquí, aunque os lo dejo también para consultar directamente:
View this document on Scribd-la población inmigrante mayoritaria -no exclusiva- es población joven en edad de trabajar, no consumen más recursos sanitarios que la población autónoma.
-la inmigración, al fin y al cabo, es un derecho, así de simple…