Lo mejor y más novedoso de esta serie española original de Disney Plus, teniendo en cuenta de que se trata de un thriller, es su duración, un total de ocho capítulos de treinta minutos en los que no hay margen para el descanso pero con sitio de sobra para los giros continuos de guion, unos más inesperados de otros, y casi siempre al límite de la lógica narrativa. Lo cierto es que el primer episodio ya empieza por todo lo alto y del mismo modo acaba el último, que además deja la puerta muy abierta a una segunda temporada.
Para lograrlo, los personajes y el peso de sus historias individuales son la clave, y en consecuencia las actuaciones de sus diferentes actrices y actores, en algunos casos sin sorpresas y haciendo el papel que tienen por la mano desde hace años, en otros chirriando un poco en lo que a credibilidad se refiere, y destacando por encima del resto a Pablo Molinero como el policía que lleva la investigación, con quien el espectador logra empatizar totalmente gracias a una interpretación muy natural y cercana.
En resumen, una serie breve ideal para ver del tirón y que no exige demasiado a un espectador que se puede dejar llevar por lo que le muestran sin devanarse los sesos.
Mi puntuación: 6/10