Demasiadas veces consideramos que cada uno de nosotros no puede hacer nada por mejorar nuestro mundo! Actualmente cualquier persona es consciente de que las cosas no van bien, ni aquí ni allá. Pero hacemos poco o nada por cambiarlo, simplemente nos lamentamos. Y el mundo así, seguirá igual!
Desde hace muchos años intento ayudar en lo que puedo por mejorar las cosas, al menos en mi mundo, en mi entorno más inmediato y habitual. En primer lugar, intento ser feliz o crear momentos de felicidad en mi día a día, lo que no es siempre fácil. Mi vida hoy es complicada, supongo que como la de todos. Pero he aprendido a ver más allá de lo que mis ojos ven. Para ello utilizo el corazón! En segundo lugar, intento rodearme solo de personas que hacen lo mismo que yo, lo que realimenta mi propósito de, al menos, dejar de seguir siendo infeliz viviendo una vida solo a medias. Y en tercer lugar, procuro expandir mi felicidad compartiéndola con los demás, a través de mi actitud, de mis escritos en el Blog o de mis fotografías…
Pero todo eso a veces no basta. Hay demasiadas cosas a cambiar en este mundo insolidario, injusto e inhumano. El propio planeta Tierra es el mejor altavoz. Por ello, desde hace años colaboro aportando mi talento en proyectos que procuran el cambio. Ya sea ayudando a jóvenes emprendedores, a personas de mi alrededor que pasan momentos difíciles o centrándome en aspectos de la educación que creen sensibilidad e inviten a la acción. Al fin y al cabo, no hago más que poner mi talento innato -aunque limitado- al servicio de los demás o del planeta, cuanto puedo. Creo que en eso consiste la felicidad!
Te traigo, como ejemplo, el proyecto “Tú también puedes” (“Tú també pots”) que, a pesar de las dificultades, un grupo de amigos estamos logrando arrancar. Su objetivo es enseñar valores a los niños de corta edad, para que ellos también hagan por cambiar el mundo, su mundo. Sin duda, ellos son los que más saben de sentimientos, de justicia y de solidaridad y, antes de que sea tarde y dejen de soñar, intentamos que interioricen todo aquello que tienen en su corazón y lo manifiesten y compartan con otros niños de su misma edad. Uno a uno, sin intermediarios. Se trata de un proyecto ambicioso, pero que no requiere más que lo emprendan muchos niños en sus respectivos colegios. Ellos mismos lo gestionan y deciden la mejor manera de ayudar a otros niños de su misma localidad, pueblo, ciudad, región o país.
Mira el siguiente trailer del documental y, si te llega al corazón, difúndelo, habla de él y hazlo llegar a colegios o instituciones donde haya niños con corazón e ilusión por ayudar a otros niños! ¿Es fácil, verdad? Recuerda que tú también puedes…