Revista Fotografía

Tú tienes el poder de la maldad

Por Atom Cobalto
TÚ TIENES EL PODER DE LA MALDAD
Si eres una buena persona pero pecas de pusilánime, tímido, vulnerable o apocado tengo un buena terapia para ti. Piensa que, hasta antes de leer este artículo, cualquiera que te quisiera hacer mal podía hacerlo. Podía intimidarte, pasar sobre tí, torearte e incluso violentarse contigo. Cualquiera podía estar por encima de ti y abusar de tu buena voluntad.
Mi terapia no se trata de volverte malo ni violento. Tan sólo debes convencerte de una sola cosa que debes repetirte en caso de que alguien sin escrúpulos se meta contigo: "Yo puedo matarte" debes decirte a ti mismo.
Y es verdad. ¿Qué te impide matar a tu enemigo? Nada. Deja que se de media vuelta y le clavas un hacha. Está claro que no lo vas a hacer pero sí que deberías pensar que, poder, si puedes hacerlo. Lo que pasa es que no lo haces por sentido común.
Cuando alguien te increpe mírale a los ojos y piensa: "Si yo quisera ahora mismo estarías muerto".
Pongamos unos ilustrativos ejemplos:
Vas por la autovía y un subnormal se pega detrás tuyo sin respetar la distancia y te hace luces para amedrentarte."Uy, qué miedo! es un macho Alfa !!!!" Bueno, pues pisas el freno, se la pega contra tí y el coche sale volando provocándole la muerte. Posiblemente tú te quedes paraplejico o pierdas varios miembros pero eso son "daños colaterales".
Vas por la calle y un impresentable te pide fuego y luego te dice que le sueltes la pasta. Tú no sabes qué hacer ni llevas nada para defenderte. No es problema: muérdele el cuello y arráncale un trozo de carne. Por lo pronto, el chuloputas se va a acojonar. Puede ser que pierdas un premolar en el mordisco pero es otro de los "daños colaterales". Incluso con un poco de suerte el premolar va a torrente sanguíneo y recibe otro mordisco cuando llega a corazón.
Todos somos Alien. Todos llevamos ese "alien" en el interior. Todos podemos destruir aunque una mente limpia se oponga a ellos pero, como poder, podemos.
La próxima vez que tu jefe se ponga borde contigo, mírale a los ojos y piensa: "Yo puedo acabar con tu vida pero te perdono" , así te creerás un santo cuando no eres más que otro hijoputilla que lleva su "Alien" dormido.
Y no me contradigas que te mato.
TÚ TIENES EL PODER DE LA MALDAD

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