Revista Literatura
Tu voz es la leña ansiosa y palpitante, que enciende el fuego y quema mi silencio. y es ahí en tu voz, princesa dulce y atrapante, en tus frases tibias, donde yo derrito mis inviernos.
Tu voz es la leña ansiosa y palpitante, que enciende el fuego y quema mi silencio, que despierta en mi alma las ganas de quererte y por donde asoman en silencio los cálidos recuerdos…
Tu voz es la leña ansiosa y palpitante, que enciende el fuego y quema mi silencio, que me regala al día un nuevo sol fragante. Por eso vida mía, musa mía, te celebran mis versos. Recuerdia