Fecha del viaje: Junio 2014
Extracto de Mi Diario de Viajes:
Después de una noche de calor y mosquitos, decidimos hacer un paseo por el palmeral del oasis de Tozeur. Es este el segundo más grande del país pero el más accesible para visitarlo.
Dispone de más de 200.000 palmeras en un radio de 10 km2 con más de 200 manantiales que irrigan unos 60 millones de agua al día.
Un buen hombre nos guiará en calesa por un trayecto de dos horas, haciendo un pequeño circuito donde nos explica los diferentes frutos que se cultivan y las plantas que hay como plataneros, granados, higueras y verduras.
Las personas que trabajan la tierra se llevan 1/5 parte de la producción del palmeral y de las frutas y verduras, la mitad. El agua es muy cara porque escasea. Apreciamos las bonitas casas que hay decoradas al estilo de mansiones, fabricadas con el típico ladrillo de la zona.
Los dátiles se recogen en octubre y hay diversas calidades. El paseo en calesa se hace muy agradable, un caballo tira del carromato donde permanecemos a la sombra bajando de vez en cuando para apreciar las plantas y las indicaciones de nuestro guía-conductor .
Nos acercamos a una especie de zoo y jardín. A pesar de que se encuentra un poco abandonado, podemos ver de cerca al zorro del desierto, desgraciadamente en extinción, algún que otro dromedario, monos, avestruces y cabras. En el Jardin du Paradis hay rosas e hibiscus.
Seguimos con nuestra calesa hacia el parque del Belvedere. Subiendo por unas escaleras excavadas en las rocas, contemplamos una expléndida vista del enorme palmeral que hemos visitado y al otro lado opuesto del desierto se encuentra el lago de Chott el Jerid, que visitaremos mañana de camino a Douz.
Por la tarde después de un ligero descanso en el hotel Residence Karim, pues hace mucha calor , nos acercamos hasta el centro histórico de la ciudad, Ouled-el-Hadef. Este encantador barrio fue construido en el siglo XIV y fue enriquecido por su enclave del comercio de las caravanas. Hay unas calles estrechas con edificaciones en ladrillo salientes que decora las casas y muros, haciendo dibujos geométricos en forma de relieve.
Visitamos el antiguo Musée Archeologique et Tradicionnel donde se ubica el antiguo Koubba, un sepulcro abovedado de Sidi Bou Aissa. Hay una pequeña pero interesante exposición de hallazgos de la zona, trajes, cerámicas y exposiciones sobre la cultura local.
Aquí conocemos a una guía turística y poetisa. Nos enseña el pequeño muestrario de utensilios y mobiliario que hay expuesto sobre la vida cotidiana de una familia bereber. Con su buen hacer y su gracia nos disfraza con los trajes típicos de boda y nos dejamos fotografiar. Nos dedicó en su pequeño libro de poesías esta frase "os deseo una bella vida plena de amor".
Demain le sourire regagnera mon coeur.
Demain la musique de la vie jouera
Pour moi, l'air du bonheur avec celui que j'aime.
Demain les ouiseaux regagneront leurs nids
Et s'ouvrira le printemps,
Le printemps de la fleur de notre amour, ô ma vie.
Plus vif mon coeur palpite
Et les secondes s'écoulent comme des années
A fin que l'aube débute
Mais il reste dans mon coeur un brin d'angoisse,
L'angoisse que c'est un mirage mon bonheur.
Peut-être je fus dans un rêve?
Souad Khchim -June 2014-