Revista Atletismo
Juan RodríguezSiento tú retirada pero no te preocupes porque la gente de la pasta como tú cuando se rinde es porqué seguro que lo ha dado todo así que arriba esos ánimos un abrazo.
Yolanda LópezHola Estrella!! Cómo te encuentras? Espero que ya recuperada. Sé por experiencia que nos resulta difícil parar cuando sufrimos una lesión o nuestro cuerpo se siente agotado. Pero a veces es necesario. Cuando menos te lo esperes estás otra vez al 100%. Te envío muchos ánimos y pronto nos vemos por ahi en algún camino. Un abrazo
Hacha VikingaEnhorabuenaEstrella Olivares García, cuando se unen muchos enemigos en un combate la derrota no existe, luchar con todas tus fuerzas siempre es una victoria y merece toda mi admiración, no te castigues, piensa en eliminar algunos enemigos para la próxima, así será más fácil.
Pienso que no deberías estar desanimada por no haber conseguido terminarla sino alegre por lo que mucho que has conseguido, y por llegar donde has llegado, mirando hacia atrás en muy poco tiempo has avanzado mucho, pero (pienso que) no debes olvidar que no puedes terminarlas todas, y lo más importante es que la salud es más importante que un trofeo, y que haces esto para disfrutar no para demostrar nada a nadie más que no seas tu misma.
Si algún día dejas de ver las cosas así, te estarás equivocando y mucho, y cuando pongas tu vida en riesgo por obtener un cacho de lata o un cacho de barro será cuando más equivocada estés, pues pienso que hay cosas mucho más importante que llegar a la meta, y es llegar a donde has llegado, no lo olvides:
“Si por la noche lloras por no ver el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas”
Cuando decidimos pasar a una vida distinta e incluimos en ese cambio la práctica del atletismo, pasamos por una transformación muy curiosa. Desde aquella figura sedentaria hasta la figura atlética y predispuesta a recorrer kilómetros sin ningún complejo, se perfilan una serie de transformaciones, las cuales pueden darnos una visión bastante bien distinta de nosotros mismos, ante el espejo y ante los demás. Sin embargo, no todos los practicantes de atletismo han realizado una metamorfosis completa, algunos, han partido de un punto intermedio, otros, desde el principio, no obstante daremos vía libre al sentido del humor y que cada uno se identifique con cualquiera de estas personalidades.Leo y releo estos comentarios y observo que con la Turdetania de este año hice todo lo que no se debe hacer nunca y todo lo reuní en una sola carrera. A saber:1) Después de la Cueva del Gato no puedes meterte en una prueba de este calibre sin haber descansado al menos quince días.2) Si te has propuesto hacerla poco a poco y tranquilamente por qué me acelero y me entra el virus de la competitividad y me obsesiono con los tiempo y demás? 3) ¿Por qué cuando me crucé con Chari y Aiti en el Kung Fu o Serpentín o como queráis llamarle no me espero en la cantina y me voy con ellas? Porque hice una tontería.4) ¿Por qué afronté la cuesta del embalse de Castilbanco como si se me fuera el alma en ello en vez de coger mi ritmito cientounero vamos que nos vamos? Porque estaba obsesionada con los tiempo. Tampoco sabía que habían ampliado los tiempos de corte, pero bueno… eso no quita que hice todo al revés de como lo tenía planteado.
Conclusión: Hay que descansar entre prueba y prueba sobre todo cuando las pruebas que hago son mínimo de 45 kilómetros y hay que asumir que hay que descansar porque tampoco tenemos el cuerpecito de una veinteañera.
Así que me senté, a orillas del río y me puse a reflexionar. Cosas que me hacen falta:1) Descansar, descansar y descansar.2) Arreglar lo del hierro. Ahí salen mis grandes: Chari Casín y María del Monte y me pongo en manos de Miguel Angel Gómez Cobos que me pone un tratamiento para compensar las pérdidas brutales de hierro.3) Organizar los entrenos. Me pongo en manos de Juan Carlos Arjona que vistas las barbaridades que hago y las aventuras en que me meto me ayuda a planificar la temporada, a alejar las pruebas unas de otras y me propone un plan de entreno.4) Estamos a octubre. No se hace nada hasta enero. Así el cuerpo descansa, repone y se habitúa a la rutina de entrenos regulares.
Fin de la crónica y empezamos con nuevos ánimos y mejores propósitos.