
En una primavera de interesantísimas novedades editoriales -ya hemos comentado alguna, y de otras ya hablaremos, tiempo al tiempo-, Alba se deja caer con una maravillosa edición de este clásico de Turguénev que es Padres e hijos. Turguénev es el gran escritor del hombre superfluo, del pudo ser y no fue, de las oportunidades perdidas y recordadas no con angustia, sino con una serena y conmovedora aceptación. Turguénev es para mí como el paracetamol, lo tengo siempre a mano. La belleza de su prosa me quita el malestar general y me eleva el ánimo.
Desde hoy se expide en librerías. Y sin receta médica.
