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Turia - mediterrani

Publicado el 12 diciembre 2010 por Perradix

Los primeros puntos de la temporada estuvieron ahí, al alcance de la mano, rozando la punta de los dedos, pero se escaparon justo cuando el reloj marcaba los últimos segundos del encuentro; justo en el momento en que más duele. Por juego, por valentía, y por garra el C.D. Waterpolo Turia mereció más, mucho más; por desgracia, los palos y la fortuna, que decidió darle la espalda al equipo valenciano cuando más se necesitaba de ella; escribieron otro final a la historia.
A pesar del resultado adverso, resulta obligatorio resaltar que se trató de un partido bonito, un espectáculo emocionante de esos que hacen afición, con un equipo local valiente que supo mantener la cara cuando el encuentro se puso cuesta arriba, y que volvió a parecerse al gran Turia de la temporada pasada. El primer cuarto, sin embargo no comenzó bien para las aspiraciones locales, luego de un inicio equilibrado, con buenas aproximaciones por ambas partes, Florin Bonca, por partida doble dio la ventaja al C.E. Mediterrani. La diferencia en el marcador se antojaba exagerada al contrastarla con los lances en el agua. Por eso el tanto de Simón Zapatel, que capitalizó con autoridad una gran jugada en boca de portería, puso algo de justicia en el luminoso. Había sido un comienzo titubeante, pero el partido estaba muy vivo.
Empezó el segundo parcial, y Germán Yañez ampliaba la ventaja visitante, pero Sergio Rabaneda, con una gran jugada de contragolpe-autopase y definición con sangre fría de killer incluida-acortaba distancias. El Turia insistía, merodeaba el área rival, y daba la sensación de que el empate estaba al caer; y entonces golpeó el Mediterrani. Un tanto de Bonca y otro de Dani Ballart de penalti, obligaban a los locales a nadar contracorriente nuevamente. Y lo hicieron de gran forma, Pablo Álvarez, primero, y Yago Bofill después, marcaron sendos goles, en jugadas casi calcadas; tiros de fuera, con el reloj de posesión expirando. El de Álvarez fue un trallazo bajo que al rebotar sobre el agua entró incontestable al fondo de la portería; y el de Bofill una obra de ingeniería con alma de poema; un tiro bombeado, suave, que entró casi pidiendo permiso, mientras que David Gómez, el buen portero visitante, se estiraba inútilmente. Sonó el pitido de medio tiempo.4-5. Había partido.
Nada más comenzar el tercer parcial, el Turia puso las tablas en el marcador, una jugada de casta de Enric Sanz, que aguantó a su marcador y se revolvió en las inmediaciones de la portería para sacar un tiro casi imposible, puso el 5 a 5. Era la recompensa merecida a la vocación ofensiva de un cuadro valenciano que a esas alturas del partido ya llevaba 8 balones estrellados en los palos. La alegría duró poco. Una racha de tres, iniciada por otro penalti convertido por Ballart, alejó nuevamente a los catalanes. El Turia, lejos de amilanarse con el golpe, se creció, y Bofill y Álvarez volvieron a decir presente, con dos excelentes tantos. La culminación a la remontada vino cuando el árbitro señaló penalti a favor de los locales con menos de 3 segundos en el crono. Era la ocasión perfecta para llegar al cuarto final empatados, pero una soberbia intervención de Gómez, impidió que la euforia local fuese total.
Se anticipaba un parcial final no apto para cardíacos, y así fue. De entrada, Zapatel puso tablas en el marcador, pero el Mediterrani no tardó en responder mediante Ballart que volvió a poner en ventaja a los visitantes. Poco después, Zapatel nuevamente, remataba una elaborada jugada colectiva para devolver la paridad. La locura en las gradas era total, el equipo luchaba, se mostraba ambicioso y con amor propio, convencido de sus posibilidades, y la sensación era que se podía lograr, que un buen resultado era no solo posible sino que probable. Y entonces volvió a golpear el Mediterrani, Bonca ponía el 9 a 10, y el tiempo se escapaba del crono. Y entonces volvió a aparecer Bofill, más listo que todos al cobrarse una falta con un soberbio trallazo que hinchó la red de la portería visitante. Empate, y aún quedaba algo de tiempo para ir en busca del encuentro. Sin embargo fue el Mediterrani el que se encontró con el premio, un penalti, cuando ya quedaba poco más de un minuto y que convirtió Ballart, daba la victoria a la vista. El Turia tendría aún una última ocasión, con 13 segundos por jugarse; un tiempo muerto donde Rubén D. Rodriguez organizó una jugada de estrategia que ejecutaron Bofill y Sergio Rabaneda, y que terminó con el remate del último estrellándose contra el portero y el palo, cuando el gol parecía lo más probable.
Quedó la sensación de haber merecido más, que el irse de vacío era demasiado castigo para el trámite visto en el agua. Sin embargo las sensaciones siguen siendo buenas, hay equipo y jugadores y la juventud del grupo invita a creer en su futuro; Fernando Valdivielso, por ejemplo completó un partido redondo jugando de titular y demostró una madurez, un liderazgo y una sangre fría inusual en un jugador tan corto en años. Yago Bofill volvió a mostrar su categoría hablando en el lenguaje que mejor maneja: los goles; y Antonio Almagro confirmó que no le intimida ser el jugador más joven de División de Honor. En definitiva, que hay material, y la instancia no podría ser mejor para coger lo único que hace falta: experiencia.
Parciales: 1-2/3-3/3-3/3-3
C.D. Waterpolo Turia: F. Valdivielso, E. Alcaraz, P Álvarez (2), E. Sanz (1), S. Rabaneda (1), Y. Bofill (3), S. Zapatel (3)-Siete inicial-A. Almagro, B. Furió, R. Plaza, P. Córcoles, R. Olmos.
Entrenador: Rubén D. Rodríguez
C.E. Mediterrani: D. Gómez, Pol Hodaly, A. Asenjo, F. Bonca (6), M. Soler, E. Angelats, M. Matajsz, R. Santiverdi, D. Ballart (3 p.), M. Cercadillo, R. Ximenes, G. Yañez (1), M. Esteller.
Entrenador: Javier Aznar
Árbitros: Roberto Cerezo, Juan José Verdejo
Vivallo

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