La abundante fauna y flora del estado hindú y sus frondosos bosques son un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza y la vida salvaje. Karnataka alberga 25 santuarios de vida salvaje y cinco parques nacionales. Entre ellos destacan el Parque Nacional de Bandipur, el Parque Nacional de Bannerghatta y el Parque Nacional de Nagarhole.
Karnataka es el segundo estado de la India con mayor número de monumentos protegidos a nivel nacional. Las ruinas del Imperio Vijayanagara en Hampi y los monumentos de Pattadakal figuran en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Los templos rupestres de Badami y los templos excavados en la roca de Aihole, que representan el estilo arquitectónico chalukiano de Badami, son también destinos turísticos de gran popularidad. Otros dos templos, Hoysala de Belur y Halebidu, han sido propuestos como Patrimonio Mundial de la UNESCO. Además, el monolito de Gomateshwara en Shravanabelagola es el monolito esculpido más alto del mundo, y atrae a miles de peregrinos durante el festival Mahamastakabhisheka.
Los ghats occidentales, áreas de ciudades santas al lado de un río sagrado, cuentan con lugares de ecoturismo muy populares, como Kudremukh, Madikeri y Agumbe. Las cascadas de Karnataka y el Parque Nacional de Kudremukh figuran como lugares de visita obligada y entre las "1001 maravillas naturales del mundo".
Diferentes playas revisten el litoral de la región, como Murudeshwara, Gokarna y Karwar. Además, Karnataka posee varios lugares de gran importancia religiosa. Diferentes templos hindúes, como el famoso templo de Krishna en Udupi, el templo de Sri Manjunatha en Dharmasthala, el templo de Sri Subramanya en Kukke o el templo de Sharadamba en Sringeri, atraen a peregrinos de toda la India.
Recientemente, Karnataka se ha convertido en un auténtico referente para el turismo de bienestar. Karnataka cuenta con el mayor número de sistemas de salud y terapias alternativas aprobados en la India. Estas van desde el Ayurveda, el Siddha, el Yoga, la meditación y otras modalidades afines. Además de algunos hospitales públicos con certificación ISO, las instituciones privadas que ofrecen servicios de primer nivel han crecido enormemente en la última década.