Desde el día 18 de febrero he visitado Vientián, capital de Laos, Bangkok, capital de Tailandia, diversas islas del mismo país y ahora estoy en Siem Reap, Camboya, la ciudad conocida por estar cerca de los Templos de Angkor.
Un Tuk Tuk en el China Town de Bangkok. Me encantó en barrio.
Constantemente conozco viajeros o turistas que hacen viajes durante semanas o meses en los que conocen cuantos más sitios mejor. De que aunque les guste un sitio, deciden no quedarse porque el plan es seguir al siguiente destino a visitar (y esto lo he vivido hasta con gente que decide viajar un año entero). Yo creo que nunca había hecho antes tal intensivo de autobuses y demás transportes para conocer gran variedad de sitios y me apetecía probar la experiencia.
Los que me conocéis sabéis que soy más de mudarme a una ciudad o región y quedarme una temporada, conocer gente, hacer lo posible por integrarme, aprender cosas de la cultura e intentar comprenderla e intentar llegar a comunicarme en el idioma local, si es posible (en Vietnam me resultó tarea imposible porque es un idioma muy complicado).
Pero esta vez, vino mi mejor amigo de Asturias y me apetecía probar algo nuevo que tanto he visto en otros turistas y viajeros y nos pusimos las mochilas al hombro y nos embarcamos en este viaje en el que recorrimos: Bangkok, Udan Thani, Koh Samui, Koh Phan Ngan, Koh Phi Phi, Krabi, de nuevo Bangkok y Siem Reap y los templos. En un país europeo, visitar tantas ciudades puede ser coser y cantar. En los países en desarrollo, donde mí tanto me gusta vivir, un viaje de 300 kilómetros pueden suponer 12 horas de tu vida, así que la historia es diferente.
Koh Samui. El agua del mar de Tailandia es aún más bonito de lo que pensaba (con el photoshop y los filtros pensé que en las guías lo ponían más bonito de la realidad)
La experiencia fue positiva, lo pasamos genial, vimos sitios maravillosos y nos reímos mucho. Pero ayer cenando, y haciendo balance con mi amigo sobre el viaje, hemos concluido que no comprendemos esa forma de viajar y para la próxima buscaremos visitar menos lugares y conocer mejor cada uno de los lugares. También es verdad que aunque todo lo que vimos nos maravilló (las playas de Tailandia son algo espectacular), ninguno de los lugares nos motivó lo suficiente para quedarnos más días. Y es que Tailandia es muy turística y para ver a ingleses emborrachándose en pub irlandeses, Europa está más cerca. Igual si hubiéramos visto una isla un
poco más ‘paradisiaca’, donde hubiera más personas locales que ingleses, nos hubiéramos estancado.
Así que, mi conclusión tras esta nueva y divertida experiencia, es que prefiero ir a un lugar, conocerlo bien, conocer la cultura y el idioma y la gente local, en vez de ir corriendo de lugar en lugar a ver lo que anuncian las guías como más bonito. El problema de esto último es que lo más bonito que anuncian en todos lados, suele ser lo más turístico. Y eso me aburre. Como digo antes, para ver Europeos haciendo fiesta y hablando inglés, no necesitaba mudarme tan lejos. Y vale que yo tengo la oportunidad de vivir durante mucho tiempo fuera. Pero aunque sólo tuviera dos semanas de vacaciones, también lo intentaría hacer así, creo que se disfruta más.
Sin planteárnoslo, coincidimos en la Full Moon Party, una fiesta que se celebra mensualmente en Koh Phangan, que llama mucho a las masas. De hecho, parece ser que muchos turistas vienen ‘a posta’ para esta fiesta.
Por ejemplo, no concibo que alguien pase dos o tres semanas en Asia y no sepa a qué saben unos ‘noodles’ por miedo a que le siente mal la comida local y vaya siempre a comer a las pizzerías y ‘restaurante fish and chips’ que invaden las islas tailandesas. O que alguien vuelva de alguno de estos países sin haber intentado usar los palillos típicos. O pasar por aquí unas vacaciones sin saber decir gracias. Pero he conocido a mucha gente que así hacen. Simplemente son diferentes manera de aprovechar los viajes. Yo solo digo que eso no es para mí.
De hecho, todo esto no lo concluyo ahora por estar en Tailandia. Nunca comprendí ese turismo que tiene el este y sur de España donde esos grupos de gente a los que llamamos ‘guiris‘ copan las sillas de los McDonalds y similares lugares de comida, a las seis de la tarde para cenar y se vuelven a sus países europeos sin saber lo que es un buen ‘pescaíto frito‘, unos buenos chipirones, un buen cocido, unas patatas bravas y ali oli o una paella de las de verdad, y no de las hechas especialmente para ‘guiris’. Como anécdota, recuerdo una vez haberme quedado con la boca abierta cuando un par de buenos amigos de Suiza que me estaban visitando en Madrid, un día que les dejé solos por la ciudad, porque yo tenía cosas que hacer, se fueron a comer a un Burguer King. Con la maravilla de comida que tenemos en España y lo barato que puede ser un bar de cañas y tapas en Madrid (que conste que les había dado una lista con los posibles sitios a visitar). Ese mismo día los llevé a cenar a El Tigre, uno de los míticos lugares de Madrid y les encantó el tema. Los que hayan vivido en la ciudad saben de lo que hablo.
Y vosotros, ¿qué preferís? ¿Con qué objetivo os váis a un nuevo país en vuestras vacaciones? O, si tuvierais un año de vuestra vida libre para conocer nuevos lugares, ¿cómo os lo plantearíais?
En los próximos días os contaré cosas de estos lugares, que os puedan servir como información por si queréis verlos.
Koh Phi Phi. Os digo que el agua en Tailandia es una pasada. Koh Phi Phi es precioso, pero el turismo, le quita muchísimo encanto.
Los templos de Angkor. Un maravilla del pasado que aún hoy podemos disfrutar.