Ya tenemos Hasta que los pulsos paren, la presentación de Turmalina, el soplo de aire fresco del sur en forma de potencia musical.
Hace no mucho os hablábamos de Turmalina y del inminente disco que se presentaba con un single llamado Todo o nada, ahora nos presentan Hasta que los pulsos paren, su disco debut como proyecto musical. Como ya comentamos estos componentes han militado en algunas bandas como Contrarreloj y es un puente aéreo Sevilla-Cádiz, Una banda formada para demostrar su potencial. Los once temas de Hasta que los pulsos paren, han sido grabados y mezclados en Estudio Setentaynueve por Rafa Camisón mientras que han sido Masterizados por Mario G. Alberni en Kadifornia. Una vez más hay que dejar claro que la parte vocal de Ángela Jiménez es uno de los soportes y que el disco tiene temas muy sorprendentes por la cantidad de cambios de registro, ya en el anticipo de Todo o nada se dejaba claro el trabajo en el estudio y en la producción y masterización dejando un sonido más que atractivo, pero en Hasta que los pulsos paren descubrimos como el disco ha sido creado caso compás a compás, un tema bailable a rabiar, quizás descarado pero con un ocaso que tiene un cambio de registro completo y un momento que se antoja único en directo, destacan los teclados con un pequeño despunte... pero como single puede ser la imagen incorrecta de la banda (en algunos aspectos). Personalmente Infinito Real y Pájaros son dos temas altamente conectados, dos temas con una unión clara que optan por un intimismo en dos tempos marcados, dos temas donde la banda juega por la contundencia en las cuerdas mientras que la batería está ahí con el sonido claro, aunque en Pájaros el teclado/piano sorprenda con ese giro que casi rompe el tema con ese cambio de ritmo. Desde ese momento el disco muta en algunos aspectos, llamando la atención Los discos de oro, Fuego en las ruinas y Cuando lo blanco es negro personalmente me recuerda a la versión de Contrarreloj (Igual que Fuego en las ruinas), pero con este proyecto suena mejor. La segunda parte del disco se antoja completa pero para los que conocemos a Contrarreloj algo así era de esperar (en cierta medida).
Un disco potente, un proyecto que ha sabido adaptarse y traer a su terreno algunos ecos del pasado, cosa que demuestra el tiempo y el mimo con el que han preparado el disco... no es un proyecto para olvidar, este proyecto puede que sea el secreto de una generación musical y el puente aéreo puede ser un punto a su favor, dos escenas que se unen para ser un proyecto que recupera la esencia de un gran sonido pero que ha evolucionado a otro nivel. #Escucha Hasta que los pulsos paren en bandcamp