Me encanta el color turquesa, pero nunca sé bien cómo usarlo para decorar. Un exceso de color puede ser un error del que te acabes cansando pronto. Las opciones que os presentamos hoy están basadas en la combinación del blanco, el turquesa y el toque de color de los cojines de kilim.
El primer escenario es un rincón de descanso, bajo una contraventana pintada en color turquesa. En el banco se han puesto cojines de kilim que dan el toque de color al conjunto.
¿Y en un dormitorio? Mira esta propuesta, con una cama donde el cabecero se ha pintado en color turquesa:
Otra propuesta más arriesgada es la siguiente, en la que las paredes se han pintado de color turquesa.
Y finalmente un ambiente más contemporáneo, con el toque transgresor en el suelo!
Imágenes de Lonny Mag, bibleofbritishtaste.com y designevolution.tumblr.com