"La Virgen María vivió durante nueve años en las cercanías de la ciudad de Éfeso (Turquía)". Como ya sabéis estamos de viaje "10 días en Turquía", así que allá vamos, a visitar la que dicen: "La casa de la Virgen María".
Aquellos que creáis, adelante y los que no, también. No hay nada más necesario que el respeto a las creencias y una mente abierta para reconocer al vecino, piense como piense. Dicho esto, se hace muy cuesta arriba reconocer, sin lugar a duda, una afirmación sobre esta reliquia del cristianismo.
Hasta el Vaticano cuenta que después de la Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo, María vivió tres años en Jerusalén, otros tantos en Betania, y finalmente hasta su muerte con 63 años de edad vivió a tres leguas y media de la antigua ciudad de Éfeso. Una historia ocurrida en 1891 cuenta que dos sacerdotes franceses, a propuesta de Sor Marie de Mandat-Grancey, que trabajaba en el hospital de Esmirna, salen en busca de la casa de María.
El lugar era aproximado y les costó mucho subir la colina a pie. Cuando llegaron, junto a una fuente, los dos misioneros encontraron una casa en ruinas que podía haber sido utilizada como capilla y que coincidía con las visiones de una beata alemana llamada Anna Katharina Emmerick, que fue beatificada por Juan Pablo II en el año 2004. Desde su lecho fue aportando datos sobre Jesús y la Virgen que conducían al parecer a la pequeña casa encontrada.
Para mayor detalle, cuando se encuentra la Casa, tiene una estatua de la Virgen María, dando lugar a entender que ya era lugar de oración. Cuando los arqueólogos estudian la base de la construcción, concluyen que es del siglo I d.C. y en el cuarto se construyó una pequeña iglesia. A partir de aquí el terreno estaba abonado para que el lugar terminara siendo reliquia del mundo Cristiano.
En la actualidad la capilla "Panaya Kapuli o Kaulu" (Capilla de la Toda Pura María), está totalmente reconstruida y rigurosamente vigilada ante los riesgos de atentado con serios controles militares a la entrada del recinto y cámaras de vigilancia y personas en la propia casa que hacen imposible las imágenes del interior. Habrá seguramente más opiniones y mejores que la mía, pero con todos mis respetos, no encontré razón alguna para tanto alboroto.
El Papa Pío XII en 1950, reconoció el dogma de la Asunción de María y desde entonces, cada año se van incrementando las visitas de turistas y peregrinos. Desde luego, verdad o no, el negocio funciona. Pablo VI visitó la ciudad de Estambul en 1967 y como no, aprovechó para visitar la Casa de la Virgen María. Después de rezar, dejó una lámpara encendida y dejó un obsequió a las hermanas de la Caridad que se encargan de cuidar el lugar, un cáliz de oro.
El Papa Pío X, Pío XII. Pablo VI y después Juan Pablo II y Benedicto XVI visitaron la Casa de María y se muestra claramente como objeto de peregrinaje. Se reconoce también la circunstancia de que la Virgen María es un símbolo de culto común para cristianos y musulmanes. Estos últimos tienen como festividad el 15 de agosto para peregrinar a la Casa de la Virgen María, cuando los cristianos celebran aquí la Asunción.
Sin creer en nada de esto, es obvio que el atractivo del lugar desciende mucho. Desde el punto de vista histórico o cultural se salvan algunas particularidades como el depósito de agua en forma de pez (símbolo del cristianismo) o el Muro de los Deseos, donde cientos de miles de personas dejan en trozos de papel plasmados su mayores sueños o deseos.
Fue un paseo agradable y estiramos las piernas por el "Recinto de Meryem Ana Evi" que está arbolado y ajardinado con espacios de descanso y juegos para los niños. Nos pudimos refrescar en el agua del muro occidental que dicen es sagrada y visitar el bazar o tomar un té en los establecimientos estratégicamente colocados a la salida del recinto de camino al estacionamiento.
Paseo del Recinto de "La casa de la Virgen María" en Éfeso
Punto de control de accesos del ejército turco.
Cartel indicador de la Casa de María.
Estanque que según dicen tiene forma de pez como símbolo cristiano.
No falta lugar donde tomar un buen té o café turco
En esta ocasión los souvenirs son elementos relacionados con la religión
Muro de los Deseos o los lamentos junto a la Casa de la Virgen María. Éfeso.
Cuantos cientos de miles de deseos. Cuantos sueños y peticiones en un muro que con el tiempo, el agua y el viento deshace las notas de papel poco a poco, sin saber si la Virgen María o la mano divina habrán jugado papel alguno y resuelto uno de ellos.
Sin más pausa, ponemos rumbo a las "Ruinas de la antigua ciudad de Éfeso" que promete ser mucho más interesante.