Tus cetrinos ojos

…ese verde me encadena, tiene presidiaria mi vida, qué por ti yo no traspasara, aunque residiese en ello mi vida……de tu mirada soy cautivo, por tu suspirar no percibo consuelo, la noche íntegra te sueño, siempre en mi mente te poseo…

TUS CETRINOS OJOS
Tus cetrinos ojos acojo en un atisbo,
al pender mi visual hacia el vacío,
señales insólitas acaecen en mi cuerpo,
frontal al tuyo aprecio escalofrío.

En esos ojos se afirma la pujanza,
se tienta la fijeza  de enamorada,
de la mujer que profuso ama,
y ella pródigo se siente amada.Anhelos tengo por ceñir tu cuerpo,
de alcanzar ajustar íntegra tu figura,
fallo sustento en pugna por el trecho,
 si otorgará gozar estreche tu cintura.
Mis labios abrigan sed de los tuyos,
 cual conjuro apresar imaginan,
presagian enjutos tus ribetes,
y los míos yermos se suplican.
Sueño en la tristeza ceñir tu cuerpo,
asediar en él, aquello que estimo mío,
cuando más te constriño y percibo,
al oído tu nombre mil veces suspiro.
En acrecencia tu respirar se agita,
yacemos dos cuerpos y simulan uno,
mi mano íntegro tu cuerpo explora,
friccionando retazos de tu cuerpo,
que anhelante tu boca exclama,
mis dedos los encamina tu mano,
guiándoles a tu zona más divina,
la parte más enfática van rozando,
tu cuerpo apasionado se estimula
y excita, en ese placentero tránsito.
Tu boca sedienta de placer exclama,
el fulgor de tus ojos verdes, con brillo
a los míos mira, al amor de tu vida,
sin ambiciones le gozas colmado,
mana puro sin contener rémora,
tu silueta sustentar entera persigo,
unificar deseo adherida a la mía,
extendiendo el descubierto cuerpo,
y colme los lienzos de tu hamaca,
para posar mí cuerpo fundido al tuyo.
Mis tactos se resbalan por tu cutis,
posando en tus curtidos senos,
explorando tu piel con mis labios,
tu jadear se transmuta en sonidos.

De súbito tu pelvis administra
el espacio, llevar cual cepas
que contonea la constante brisa,
que sin detener dan movimientos,
con mi piel persiguen verse cerca,
gozar de imperecederos roces.

Mi corazón es gemelo al sentimiento,
habitan en una tórrida ladera,
que hace tiempo no hay retorno,
buscan el afecto y la ternura,
su pasión y amor auténtico,
que al florecer se suscita,
en dos espíritus que afirmen,
se adoran, anhelan y aman.

Tanto el contenido literario como los vídeos son propiedad literaria
 y visual de su autor Francisco Pelufo Martínez, alias Kokoro
y están protegidos por © Copyright.



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