Son todos sueños, tuyos, míos, los que sueñan todos. Más allá de aquellos que “no controlamos”, son los sueños que se hacen imagen pero no realidad. Esos sueños que hacen agradable la dormida más allá del cansancio que sumamos día por día. Esos sueños, de alguna manera reflejan lo que queremos, lo que buscamos, lo que deseamos. Es nuestro ser hablándonos de frente, nuestra mente diciéndonos – viejo, esto es lo que tú y yo queremos – y en ello te pide el esfuerzo. Porque ese esfuerzo es lo que diferencia el soñar y hacer, el intentar y lograr. No nos volveremos superhéroes repentinamente, seremos tales personas que los demás siempre se ampararán en nosotros para sentir que el bien existe y está entre nosotros.
Esos sueños son los que nos piden que cambiemos, que lo intentemos, que dirijamos el esfuerzo a lograrlo.
Seguí soñando, seguí luchando por lograrlo, seguí viviendo.
Habrá un sueño en el que todos logramos aquello que deseamos, un poco más, un poco menos. Pero lo hacemos, formamos parte de esos que en mayoría hacen un poquito para cambiar las cosas, intentan día por día hacerlo mejor, simplemente hacerlo.
También están aquellos sueños que vivimos y no controlamos, que a veces son deja vu, a veces no, que nos suelen dar otras señales, otros gestos, otros avisos. A esos sueños hay que prestarles atención también, porque ellos también nos dan un mensaje. Tal vez otra ocasión sirva para ampliar este tema.
Les saludo, les agradezco, les deseo el bien. Mis eternos deseos para que vuestras vidas sean un largo baño de salud, felicidad y éxito.El cariño de siempre y ¡Pura Vida!¡Próxima estAción esperanZa!(Carta compartida originalmente el lunes 11 de junio de 2012)
