Revista Motor
La empresa municipal de transportes de la ciudad, Tussam, se está probando un nuevo traje. En las dependencias de talleres se están instalando los vinilos correspondientes para que la imagen exterior del autobús quede tal y como aparece en la imagen que ilustra a este post. Los vinilos, acordes a la nueva identidad corporativa, cuestan alrededor de 1.500 euros por unidad y son del mismo color que los actuales, en rojo carmesí el fondo y en albero los motivos. En ambos laterales puede leerse en letras grandes la palabra Sevilla y el hastag #dejatellevar empleado por la compañía en las redes sociales
Según fuentes de la dirección de la empresa tan sólo se trata de una prueba que servirá para hacer una foto de cara al 125 Aniversario de la implantación del transporte público en la ciudad que servirá como muestra de la futura imagen corporativa de la entidad.
Las intenciones de la empresa es ir implantando la nueva imagen de los autobuses a medida que vaya haciendo falta. Así las nuevas adquisiciones, previstas para 2014, ya se adquirirían con el “nuevo traje” incorporado, o en el caso de que se tuviera que repintar un autobús por necesidades de mantenimiento.
Una vez realizada dicha prueba, según la dirección, ningún autobús en buenas condiciones modificará su imagen. Tan sólo a partir de 2015, fecha prevista por el Plan de Viabilidad para que la empresa esté saneada, se acometería el cambio en su totalidad en caso que las condiciones económicas de la compañía lo permitiese.
La imagen corporativa anterior, implantada por el equipo de gobierno de Monteseirín en su primera legislatura, surgió tras unas votaciones efectuadas en su día entre los sevillanos, a los que se les dio a elegir entre tres propuestas surgidas de un concurso público de diseño, resultando agraciada la que hoy lucen los autobuses urbanos municipales.
Aparte de los juicios estéticos de cada cual (para gustos los colores), debe haber cuestiones infinitamente más importantes, con la que está cayendo, en las que emplear el tiempo y el escaso dinero que hacerlo en estas cuestiones triviales que no aportan ninguna productividad ni beneficio a la compañía, máxime cuando, según la dirección, se ha conseguido con el esfuerzo de todos reducir la deuda en un 30% en tan sólo un año.