El perfecto escenario para un sueño
Soy capaz de retener pocos sueños. En cambio, aquel al que voy a referirme quedó profundamente esculpido en mi memoria. Lo mantengo allí con cierta viveza porque fue un sueño de grato recuerdo.
En él aparecían mis difuntos abuelos paternos en un paisaje montañoso y totalmente nevado. Dicen que soñar con muertos anuncia tristeza y preocupación. Yo al verlos, no podía sentir tristeza. Bien al contrario, percibí claramente que se encontraban en un estado de profunda paz.
Mis sensaciones eran, por tanto, de extrema tranquilidad y sosiego. También me sorprendió que, aun estando en un paisaje gélido, no percibía frío en absoluto. Por contrario, sentía una sorprendente calidez que acompañaba por completo mi estado de ánimo.
Mis difuntos abuelos decidieron aparecer en un escenario que para mi simboliza pureza: alta montaña y nieve. Podrían haber aparecido asimismo en cualquier hermoso valle o en cualquier verde pradera. Lo realmente importante no fue el escenario, sino el vasto sentimiento de unión que me transmitieron. Abuela María, abuelo José: gracias por ello.