CC BY 3.0 Eva Gutierrez Pardina
Aquél que escogí entre todos me ama. Trece años después él sigue ahí, con su confianza plena y su lealtad inquebrantable. Me ama, sí, a mí, con todos mis defectos, los que me sé de memoria y de tanto en tanto me recito, como una letanía. Él los conoce todos, pero se le olvidan. Sabe que no son importantes porque en sus manos me vuelvo transparente. Él me mira a los ojos desde su isla sin mancha y yo vuelvo a ser la niña única, indivisa y feliz, que ríe.