Los Tweens son niños de 8 a 13 años que tienen prisa por crecer y que se han convertido en auténticas máquinas de consumir. De hecho gastan prácticamente igual que los adolescentes y disponen del suficiente poder financiero para seleccionar sus compras, gracias a la paga semanal y a la generosidad de abuelos (que se han convertido en la mayor fuente de recarga de teléfonos móviles de los nenes) y otros familiares.
En el libro ¿En efectivo o con tarjeta?, de Carles Torrecilla y Jordi Basté, nos apuntan los aspectos más relevantes de este fenómeno:
Los Tweens son niños de 8 a 13 años que tienen prisa por crecer y que se han convertido en auténticas máquinas de consumir. De hecho gastan prácticamente igual que los adolescentes y disponen del suficiente poder financiero para seleccionar sus compras, gracias a la paga semanal y a la generosidad de abuelos (que se han convertido en la mayor fuente de recarga de teléfonos móviles de los nenes) y otros familiares.
En el libro ¿En efectivo o con tarjeta?, de Carles Torrecilla y Jordi Basté, nos apuntan los aspectos más relevantes de este fenómeno:
- Los referentes del tween no son gente de su edad, sino chicos mayores en edad adolescente. Por ejemplo, las niñas tween han perdido interés en las princesas de los cuentos, fijándose ahora en modelos y actrices famosas como Miley Cirus (Hannah Montana)o las gemelas Olsen. Obvia decir que este cambio social supone la aparición de un jugoso mercado al que las empresas dedican especial atención (las estrategias de marketing ya reflejan dicho cambio).
- Cambio en los formatos televisivos. Antaño los niños disfrutaban de Heidi, Marco, La Abeja Maya… hoy en día sucede que críos pequeños de 5, 6, 7 y 8 años se ponen a ver series tipo “Hannah Montana” con la excusa de tener en casa el canal Disney. Y claro, los comerciales están dirigidos a chavales mayores, con lo que en cierta manera se está creando una cantera Tween que en escaso tiempo exhibirá su voracidad consumista.
- Desaparición del modelo antiguo de madres que ejercían como filtros de consumo. Ahora los niños utilizan el chantaje emocional y explotan el sentimiento de culpa de las madres para obtener pasta -esto parece especialmente cierto en el caso de mujeres alfa, que ganan más dinero que sus parejas y llevan una vida especialmente intensa, dedicando escaso tiempo a sus hijos-.
Fuente: ¿En efectivo o con tarjeta?, de Carles Torrecilla y Jordi Basté
Y poco más… yo añadiría que la actual crisis económica y su efecto devastador en las economías domésticas podría traer consigo, como efecto colateral, una nueva generación de tweens frustrados por no poder satisfacer sus necesidades “aspiracionales”. Algo así como cortar de forma abrupta el suministro de heroína a los heroinómanos. Y es que sí funciona ese “valor” llamado consumismo, un engendro social carente de principios éticos que ya no respeta ni a los más vulnerables… los niños.