Revista Cultura y Ocio

Tweet con pizza o la jodida opción b

Por Calvodemora
Tweet con pizza o la jodida opción b
Creo que solo perdurará en mi memoria el selfie que Ellen Degenereres se marcó en plan tribal, presumiendo de tweets y de Samsung. En cierto modo el cine americano trasciende también en lo irrelevante, en la crónica de lo trivial. La gala entera fue una rendición a ese sentido primario del espectáculo. La decepción personal, el hecho de que se llevaran premio las películas que no te han gustado y se quedaran en blanco justamente las que te emocionaron, no malogró del todo la noche. Se ve todo como el que asiste a una cena familiar y acepta los riesgos de la velada. El cine, a estas alturas, es una familia a la que uno perdona los ratos inservibles. El de anoche lo fue, a pesar de que Her se llevara una consolación formidable (el guión original) o Cate Blanchett, actriz que adoro, nombrara de nuevo al criminalizado Woody Allen sobre un escenario global como el del Dolby Theatre. No fue la noche mágica que fue a veces. Ganó la negritud, la conciencia de la raza en estos tiempos de pulcritud política. Ganó el (a mi entender) aburrido periplo estelar de Sandra Bullock en la poco estimulante Gravity. Lo malo de los premios es que casi siempren poseen una contraprestación bastarda. Es la letra pequeña lo que debe ser leído con más atención. Lo explicó muy bien Degeneres: la opción a es que gane 12 años de esclavitud y la b es que todos seamos unos racistas. Hay regalos envenenados. El de Steve McQueen, ese señor con pinta de matón de discoteca de Los Angeles, es uno que juega fraudulentamente con las cosas del corazón. Entiendo que no premien a Nebraska o a Her, que son especies extrañas, pero no acabo de comprender que se prestigie un cierto tipo de cine: el que manipula, el que no sabe manejar el maravilloso material del que parte o el que, abrumado por la responsabilidad, se queda en un acelerado curso de penalidades, donde brilla el elenco, cómo no, pero donde flaquea (y mucho) el hilo moral, todas esas cosas que buscamos los que deseamos que el guión nos asombre o nos sorprenda. En la gala de anoche no hubo asombro ni sorpresa. Todo quedó registrado en el script previo. Lo único que se salió de la hoja de ruta fue el tweet de Ellen, ese fogonazo de aparente espontaneidad. No se equivoquen: las pizzas estaban avisadas.

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