Joel Schumacher tiene cierta habilidad para realizar películas correctas sin grandes pretensiones, bien rodadas, bien actuadas…nada del otro mundo, pero es de agradecer.
Viendo Twelve paseas por las calles de Nueva York de la mano de un tío tristón, introvertido y guapete como es Chace Crawford , nos quiere recordar a James Dean pero estamos en el siglo XXI.
Y el rebelde viene acompañado de una serie de actores, salidos de T.V. en su mayoría, que lo hacen bien porque han nacido con una cámara enfocándoles.
Pero estamos en el siglo XXI y aquí todo es frío, medido y programado en el siglo XXI nada te emociona y nada te sorprende.