Parece mentira que hayan pasado veinte años desde que Pearl Jam se diera a conocer en EEUU tras la edición de Ten, el magnífico disco debut de la banda de Seattle. Veinte agitados años en la historia de una banda que junto a Nirvana comandó el nacimiento del grunge.
Para conmemorar la efeméride la banda ha editado Twenty, un excelso documental dirigido por Cameron Crowe (Casi famosos y Jerry Maguire) que recorre su carrera con una tremenda cercanía y una necesaria honestidad.
La banda que lidera Eddie Vedder surgió de las cenizas de Mother Love Bone, que tras la temprana muerte de su cantante aceptó a un desconocido Vedder para sustituir al genial Andrew Wood. “No podíamos creer que aquellas canciones fueran las nuestras cuando las escuchamos”, explica Jeff Ament en la cinta de Crowe. El grupo mandó las partes instrumentales de las canciones en una cinta que Vedder devolvió con letras y su inconfundible voz. A pesar del éxito de Ten la banda tuvo que luchar contra una etiqueta de artificialidad queparte del público les colocó en contraposición a la autenticidad del rock de Nirvana. Las relaciones entre ambos grupos no comenzó bien, pero finalmente Cobain aceptó la música y el estilo del grupo de Vedder.
La carrera de Pearl Jam ha estado repleta de batallas y tragedias. Entre las batallas destaca la que libraron contra Ticketmaster, el gigante estadounidense responsable de la venta de las entradas de los conciertos. Fue una batalla dura en la que no contaron con ningún apoyo. El grupo denunció a la compañía por posición dominante en un mercado que controlaban a su antojo y que determinaba el precio de las entradas de todos los conciertos que se celebraban en el país. Con el tiempo, el tímido Vedder también convirtió cada concierto en una batalla contra las alturas, llegando a trepar tan alto durante sus actuaciones que sus compañeros contemplaban la idea de volver a perder a otro cantante. La tragedia también ha acompañado la carrera de la banda de Seattle, la mayor personificación de ella se plasmó en el festival danés de Roskilde, donde nueve personas murieron en una avalancha a escasos metros del grupo, que no pudo hacer nada salvo contemplar como una noche de rock se convertía en la peor experiencia de sus vidas, el recuerdo de aquella tragedia les acompañará siempre.
Al margen de ello queda la historia de su supervivencia musical basada en una característica poco común en las estrellas de rock: todos son extremadamente normales. La convivencia durante estas dos décadas no habrá sido siempre sencilla, pero han sabido seguir adelante, seguir trabajando, tocando y actuando, y lo han hecho con la cabeza alta, acordes a sus ideas y fieles a sus ideales. Eso, en el mundo del arte, ya es un logro, la gran batalla ganada de sus carreras, una carrera con nueve discos de estudio que este verano les traerá por Europa, aunque todavía no ha trascendido ninguna fecha española.
ALFONSO CARDENAL