Alexander Zárate y Oliver Tad son los encargados de coordinar este ensayo sobre la mítica serie de televisión.
Corría el principio de la década de los noventa en España cuando toda la sociedad se hacía la misma pregunta: ¿quién mató a Laura Palmer? Era el resultado de un primer capítulo brutal, con una narrativa ágil y un poder de evocación todavía más impactante. Con el paso de la serie, la pregunta pasaría a segundo plano, ya que los espectadores se interesarían también por el elenco de personajes que desfilaban por sus calles: la Dama del Leño; Andy, el agente de policía llorón al que era imposible no tomar cariño; Nadine, la loca obsesionada con las cortinas... Y por supuesto con el agente Cooper, el agente del FBI enviado para resolver el caso, cuya perspectiva zen de la vida y su amor por la filosofía occidental, por el misticismo y por el poder de los sueños le ayudaran a intentar resolver un asesinato que poco a poco se va complicando más.
En uno de esos capítulos, Laura Palmer le dice a Cooper en un sueño-visión en la logia negra que le verá dentro de 25 años. Por eso se hacía necesario este libro, Twin Peaks: 25 años después todavía se escucha música en el aire (Editorial Innisfree). Y ello coincidiendo también con el rodaje de la nueva temporada de la serie, veinticinco años después.
La serie tuvo solo dos temporadas, algo anómalo hoy en día, donde las series que atrapan al público no suelen bajar de las oche. Cada una tiene una forma narrativa diferente, ya que el director de la serie, David Lynch, se mantuvo algo apartado del proyecto. Twin Peaks fue un auténtico fenómeno televisivo que influiría en la forma de narrar de series de éxito actuales. A lo mejor sin esta serie no hubiera existido Perdidos, ya que inauguró una forma de narrar que no se había visto hasta entonces.
Pero Twin Peaks no es sólo una historia de un asesinato. Es el acercamiento desde otro punto de vista al universo de Lynch, en el que dos fuerzas siempre están en perpetua lucha y que se manifiesta también en otros films posteriores del autor, como Mulholland Drive o Terciopelo Azul. También aparecen muchas pistas de la película Twin Peaks: Fuego, Camino Conmigo, que narra la vida de Laura Palmer una semana antes de morir.
Ahora, un nutrido grupo de periodistas, escritores y críticos de cine abordan este universo particular que presenta tantas y tantas lecturas. Su simbolismo, sus imágenes oníricas, la reflexión de este mundo en un trasunto oscuro, la riqueza interior de sus personajes, las fuerzas exteriores, el poder del miedo y de la mente, son sólo algunos de los temas que toca este libro, pasando también por la fuerte simbología que presentan los objetos (el semáforo, el leño, las lechuzas, ese ventilador que da vueltas).
Todos los fans de la serie estamos encantados con la publicación de este nuevo libro sobre nuestro objeto de deseo. Y es que, reconozcámoslo: cualquier excusa es buena para regresar a Twin Peaks.