El estreno de la película “Twisters”, coprotagonizada por Daisy Edgar-Jones -Kate- y Glen Powell -Tyler Owens-, trae a la actualidad los tornados. ¿Qué son los tornados? Son huracanes de gran violencia, que suelen manifestarse como columnas con forma de embudo. La inestabilidad atmosférica y la formación de “superceldas tormentosas” son condiciones características de los twisters.
Qué tipos existen según la intensidad de los daños que causan? Tal y como se comenta en el filme, eso es algo que sólo se puede medir con posterioridad a su suceso. Principalmente, se distinguen 6 etapas en la Escala de Fujita:
- F0 vendaval: 60-100 km por hora.
- F1 tornado moderado: 100-180 km por hora.
- F2 tornado importante: 180-250 km por hora.
- F3 tornado severo: 250-320 km por hora.
- F4 tornado devastador: 320-420 km hora.
- F5 tornado increíble. En esta etapa los vientos alcanzan entre 420 y 540 km por hora.
En la película destacan tres momentos impactantes: al principio ocurre algo determinante para el desarrollo argumental. Más adelante hay otro momento clave mientras los protagonistas se encuentran en un rodeo. Y la parte final dibuja a unos personajes valientes que tratan de salvar a un pueblo y sus gentes de un tornado colosal, donde Kate trata de hacer algo trepidante para frenarlo, basándose en unos apuntes científicos de su adolescencia tardía.
Conducciones trepidantes, fuegos artificiales dentro de un tornado, o la mención a redes sociales contemporanizan un reboot sobre tornados cuya anterior versión cinematográfica conocida data de 1996.
Una ambientación lograda y un ritmo casi frenético “a la caza de twisters” para domarlos, más que para enfrentarse a ellos; personajes variopintos; y tres protagonistas con más feeling envolvente que un tornado F5, donde “el beso” no llega a producirse, ni se le echa de menos; los tres están unidos por su intuición natural, amor a la naturaleza y circunstancias personales.
La versión de 1996, titulada “Twister” (sin la “s”) hizo un acercamiento a estos fenómenos meteorológicos que se dan con frecuencia en determinadas regiones de Estados Unidos localizadas en Mississippi, Texas o Colorado, entre otras. También se originan tornados en Canadá, a una escala unas diez veces menor.
En el año 1671, un tornado arrasó la ciudad de Cádiz, ubicada en España, dejando a su paso pérdidas de toda clase. Precedió a un tsunami célebre que se produciría casi un siglo más tarde.
Existe una atracción en el parque francés de ocio “Futuroscope” denominada “cazadores de tornados” gracias a la cual el espectador se sumerge dentro de un tornado para vivir sensaciones similares a las que percibiría si estuviera dentro de uno real.
Cazar tormentas está otra vez de moda. De hecho, existen empresas especializadas en el tema que se comprometen a acercar a sus clientes a estos fenómenos para que se dejen acariciar el rostro por la lluvia, el granizo y los vientos dimanantes.