Tenemos un caso llamativo por lo bien que combina las nuevas tecnologías con un sector tradicional y en apariencia poco dado a la innovación, aquí han conseguido un maridaje perfecto.
Curtis Kimball, el culpable del popular carro de los perritos calientes en San Francisco bajo la denominación de Crème Brûlée Cart, es decir, los clásicos hot dogs, un producto y una costumbre muy made in USA, y que ha conseguido en poco más de una año la friolera de 20.657 seguidores.
¿Qué tiene de excepcional esta iniciativa? Que Curtis Kimball sabe que la mayoría de sus seguidores son clientes fieles de su carrito y que necesitan conocer a diario donde se ubicará su carrito para consumir sus deliciosos perritos calientes, información que obtienen sus seguidores a través de Twitter.
Perfecta combinación, utilizar Twitter como mecanismo de geolocalización para informar a sus clientes las "paradas" de su carrito. Genial ¿verdad?
Aquí tenemos una idea perfecta que podríamos aplicar a otros sectores de actividad o hábitos de consumo, por ejemplo, esta misma iniciativa la podrían aplicar los estadounidenses para el clásico carrito de los helados, pero en el resto de países como España, Argentina, Chile, etc. ¿Dónde podríamos aplicar esta curiosa iniciativa para incrementar el consumo y fidelizar a nuestros clientes?
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